Las medidas que se tomaron para la reactivación económica no se acatan de manera madura y sensata. En cuanto se marcó la reapertura, se dio un desbordamiento social a las calles.

 

Lo cierto es que la gente aún no dimensiona la catástrofe que va a ocurrir.

 

En horas recientes, dos científicos hicieron sus pronósticos para el mes de diciembre.

 

El Doctor Rafael Lozano Ascencio es un mexicano de estatura mundial. Formado en UNAM, fue epidemiólogo en la Organización Mundial de la Salud (OMS); actualmente es Director y Profesor en el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington.

 

Su análisis indica que México llegará a más de 100 mil decesos para el mes de diciembre. El doble de lo que ya registra en este momento.

 

Otra voz completamente autorizada, la Doctora en Ciencias Médicas Laurie Ann Ximénez-Fyvie, titular del laboratorio de Genética Molecular de la UNAM, coincide en el pronóstico: más de 100 mil pérdidas humanas por coronavirus en el último mes de 2020.

 

Pero estos pronósticos solamente los conoce un mínimo, un reducido porcentaje de la población. El resto no está enterado o, de plano, piensa que no hay riesgos.

 

Los ciudadanos salen a las calles sin cubrebocas; familias enteras recorren los portales; no se respetan las normas del 30 por ciento de aforo; los grandes sectores siguen actuando como si no hubiera pandemia.  

 

La sociedad se conduce bajo el viejo refrán: “de algo nos tenemos que morir”.

 

Ante la ceremonia de El Grito, Puebla no tiene mecanismos de contención.

 

En las últimas horas, la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, expuso que se estudian las opciones para la ceremonia de El Grito de Independencia.

 

Debe subrayarse que Puebla no tiene los mecanismos de contención que la Ciudad de México. En la capital del país se espera una ceremonia simbólica y se aplicará un fuerte despliegue policiaco para evitar un probable desbordamiento social. El mismo método se habrá de aplicar en las alcaldías capitalinas, como Coyoacán y Tlalpan, donde las concentraciones son enormes.

 

En Puebla, aún no se sabe cómo será la ceremonia, pero las autoridades no deben arriesgarse a un experimento que puede ser fatal.

 

El desgobierno y la falta de seguridad que tiene la ciudad quedó exhibida la tarde de ayer domingo 9, cuando dos hombres en situación de calle se estuvieron peleando en la calle 3 Oriente junto a la Catedral; eran unos borrachitos que se lanzaban golpes, se tiraban al piso y luego se abrazaban.

 

Todo ocurrió en el corazón de la ciudad, a 100 metros del Charlie Hall, durante 45 minutos. Sin embargo, la policía municipal nunca llegó. Ese es el aparato de Lourdes Rosales, no vigila ni siquiera el primer cuadro.

 

Se debe actuar con extrema mesura, porque las medidas que se apliquen en la Angelópolis serán el ejemplo que seguirán los otros 216 municipios poblanos.

 

Urge que el Congreso tome una resolución sobre el caso Tehuacán.

 

El caso Tehuacán ya está rebasando todo lo imaginable.

 

El alcalde suplente de Tehuacán, Andrés Artemio Caballero López, pertenece al Partido Encuentro Social (PES), el membrete que opera Fernando Manzanilla.

 

La referida agrupación política ya perdió su registro, por lo que están buscando otras opciones. Mientras tanto, las acciones van más allá de lo imaginable.

 

El edil está haciendo despidos masivos e injustificados. Si bien es cierto que el desempeño de la burocracia municipal deja mucho que desear, tampoco puede despedir a decenas de directores sin una razón legal. Va a suceder que la Comuna tendrá que cargar con numerosas demandas laborales.

 

Lo que busca es que los nuevos funcionarios pertenezcan a su agrupación política o a su iglesia cristiana.

 

Es urgente que el Congreso tome una resolución sobre el referido municipio, antes de que los problemas se hagan más grandes.

 

Como siempre, quedo a sus órdenes en   Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.