Según las voces de los manifestantes reclutados la Presidenta, Norma Layon, pretendía colgarse de la obra donada por Rassini así como "privatizar" ese espacio público, incluso se hablaba sobre un supuesto cobro por el uso de las instalaciones, hechos poco verídicos con tan solo haber estado presente.

 

La obra se realizó con recursos privados, la presidenta así lo externo. La molestia supuestamente radica en que ella fue a inaugurar la obra ¿Y quién más debía hacerlo?

 

La desinformación acompañada de las voces susurrantes de operadores y actores políticos contrarios al gobierno de Norma Layón lograron que el evento se saliera de control.

 

—Perdón "Señor Rassini" no todos los texmeluquenses pensamos así.

 

La crítica siempre es buena, nutre a los gobiernos, remarca sus errores y los obliga a buscar soluciones, pero cuando la critica se vuelve una especie de "golpismo político" poco abona al desarrollo de un municipio.

 

Peor aún cuando se trata de "fuego amigo", pues algunas versiones dicen que fue una diputada vecina quien pudo estar inmiscuido en el zafarrancho, todo en su intento de tener al menos una mínima posibilidad de gobernar Texmelucan.

 

Algunas personas son muy atrevidas y bien dicen que soñar no cuesta nada.

 

Total, no tiene nada que perder.

 

Quienes pierden mucho son los ciudadanos texmeluquenses.

 

Quienes pierden más son los del vecino distrito que pareciera no tienen legisladora.

 

Otras voces culpan al presidente auxiliar por utilizar este evento para mover los reflectores políticos hacia él, toda vez que pertenece a un bloque de presidentes que buscan la candidatura en el 2021.

 

Que han buscado a Cotoñeto dicen.

 

De nuevo, soñar no cuesta nada.

 

La realidad es incierta, pero el fuego amigo es inminente.

 

Esperemos la guerra fría termine y no afecte a los ciudadanos.

 

Las elecciones del 2021 están cada vez más cerca y el eco de la reelección intimida y altera a más de un suspirante.