Viernes, 19 de Abril del 2024
Indicador Político

Si durante decenios la izquierda mexicana y latinoamericana caracterizó a los EEUU como un modelo sistémico de imperialismo antidemocrático, Donald Trump hizo el milagro de que importantes personalidades de algunas izquierdas de la región consideren que Joe Biden y los demócratas salvarán a la democracia estadunidense del demonio fascista –así lo dicen– que hoy habita en la Casa Blanca.

Joe Biden se había preparado para ser candidato presidencial en el 2016 con una larga carrera legislativa y ocho años de vicepresidente, pero al final Barack Obama ejerció el dedazo presidencial a favor de Hillary Clinton por compromisos con Bill Clinton. Hoy Biden es un títere de Obama y de los poderes fácticos detrás de la coalición demócratas-republicanos por el control del establishment de poder.

A pesar de la campaña mediática exitosa por el control y la complicidad de los grandes medios de comunicación de masas, en realidad Donald Trump no debe ser visto como una anomalía política en la crisis de liderazgo estadounidense, sino que se ha perfilado como un sujeto histórico de las contradicciones sociales en la sociedad de los EEUU.

El trasfondo del desorden en el partido-movimiento Morena para designar a su nueva dirección nacional se localiza en la propuesta de construcción de un sistema de partidos sin modificar el actual sistema político presidencialista: el fin histórico del partido único, dominante, hegemónico y mayoritario; es decir, la liquidación del modelo PRI.

El tercer y último debate presidencial en la campaña en los EEUU, luego de suspender el segundo porque el demócrata Joe Biden lo quería virtual desde el sótano de su casa, debió ser una sorpresa hasta para el propio Donald Trump porque dejó la estridencia, acorraló a su adversario con datos de corrupción familiar y hasta respetó a la conductora.

En las últimas horas se desató una guerra burocrática por el control de la línea estratégica de la política exterior y de seguridad nacional mexicana hacia los EEUU en la coyuntura de los intereses de geopolíticos de la Casa Blanca ante las elecciones del 3 de noviembre.

El ahora famoso y calificado como el “más peligroso y criminal” cártel del H2 en Nayarit en realidad era desconocido para la DEA. En su reporte National Drug Threat Assessment de diciembre de 2019, ese grupo no pintaba ni estaba en el radar. En ese documento sólo registró la dispersión de la “Organización de los Beltrán Leyva”, de manera supuesta el venero, en varios grupos no detectados en cuatro entidades de la república.

Como no se había visto desde la crisis del caso Enrique Camarena Salazar en 1985, la agencia antinarcóticos de los EEUU (DEA, por sus siglas en inglés) ha asumido una autonomía de acción que ha comprometido la estrategia de inteligencia y seguridad nacional civil y militar de la Casa Blanca. El operativo contra el general Salvador Cienfuegos Zepeda se salió de la lógica de la estructurada comunidad de los servicios de inteligencia de la Casa Blanca.

La resistencia a la evolución política en Hidalgo y Coahuila ha obedecido a la existencia de cacicazgos políticos priistas locales, pero en medio de una incapacidad del PRD para extenderse en esas zonas y justo en el centro del caos en el partido Morena por la rebatinga de la presidencia y secretaría general.

Si algún dato pudiera ilustrar el papel determinante del ejército en el combate al crimen organizado en su variante de narcotráfico desde 2006, las cifras hablan por sí mismas: el 80% de los capos están arrestados, extraditados o muertos y el resto vive a salto de mata.

La carta aclaratoria de la Secretaría de la Defensa Nacional al columnista Raymundo Riva Palacio de El Financiero por el tema de las labores del ejército en actividades de seguridad, obras públicas y acciones cívicas aporta referentes sobre los fundamentos legales que explican la participación de militares en labores fuera de sus cuarteles.

La crisis del sistema electoral estalló en mil pedazos en las elecciones presidenciales de 1988 y fue el presidente Carlos Salinas de Gortari quien construyó un modelo de estructura electoral estatista para sustituir la Comisión Federal Electoral de 1988 con el Instituto Federal Electoral (hoy INE) para cambiar la forma de organizar elecciones… pero para que todo siguiera igual que antes.

En la mesa digital de análisis “La agenda de La Crisis”, el columnista Roberto Vizcaíno planteó su enfoque sobre la función de Morena: esa organización no fue creada para ser un nuevo PRI, sino sólo para operar como la estructura electoral del 1 de julio de 2018 y sobre todo para coordinar la representación en casillas junto con el aparato electoral de la maestra Elba Esther Gordillo.

La única ocasión en que los EEUU tuvieron un voto popular real para elegir en torno a propuestas fue en 1976 y ganó la presidencia el demócrata Jimmy Carter, un hombre que exhibía la dialéctica estadunidense: de oficio granjero cacahuatero, su carrera profesional fue de ingeniero nuclear.

A la memoria del camarada Abraham García Ibarra, compañero de lucha periodística contra la derecha desde los tiempos de El Día

Lo peor del priismo diazordacista-echeverrista-lopezportillista se conjunta para definir a Porfirio Muñoz Ledo como un sujeto histórico de la élite priista que reventó en 1968, que resistió la alternancia a la derecha con el PAN de Vicente Fox en el 2000 y que regresa victoriosa un tercio de siglo después de su derrota.