Vale la pena recordar que esta figura se encuentra vigente en nuestra Constitución, a propósito de las manifestaciones cochistas que se llevaron a cabo durante el fin de semana. La principal demanda de los quejosos era pedir la dimisión del Presidente López Obrador.

La buena noticia para las personas que participaron en las caravanas, es que gracias al talante democrático del obradorismo, tendrán la oportunidad de materializar sus deseos de que el actual Presidente de México abandone el cargo antes de 2024.

Esta oportunidad la tendrán en marzo de 2022. Pudo haber sido antes, en las elecciones federales del próximo año pero a los partidos de oposición les da pavor que AMLO aparezca en la boleta en esa jornada comicial. Está claro que saben y temen que el gran apoyo popular con el que cuenta nuestro Presidente, lleve a otro triunfo arrollador del obradorismo como el de 2018.

Incluso el proyecto aprobado en la Cámara de Diputados, donde el bloque obradorista tiene los votos suficientes para aprobar enmiendas constitucionales, preveía que la revocación se llevara a cabo el mismo día de la jornada electoral federal en que se eligen las diputaciones federales. Sin embargo, en el Senado al no contar con los votos suficientes tuvieron que aceptar cambiar la fecha de la consulta revocatoria. Sólo así se alcanzó a consumar esta modificación.

En términos genarales, la consulta para la revocación de mandato permite que la persona que ocupa la presidencia de México o la gubernatura, en el caso de las entidades federativas, no concluya el mandato para el que fue electa.

Para activar el mecanismo, se debe presentar una solicitud con el apoyo de un número de ciudadanos equivalente a tres por ciento de la lista nominal electoral, es decir, alrededor de 2.7 millones de firmas. Además, las firmas deben tener una representatividad de, al menos, tres por ciento de la lista nominal de 17 entidades federativas.

La solicitud se debe presentar durante los tres meses siguientes a la conclusión del tercer año de gobierno del Presidente. De ser procedente, el Instituto Nacional Electoral convocaría a la consulta revocatoria y ésta se celebraría en los 90 días posteriores, siempre que no coincida con una jornada electoral.

La decisión para revocar el mandato será vinculatoria si hay una participación ciudadana de, al menos, el cuarenta por ciento de la lista nominal. En caso de prosperar la revocación, el Presidente del Congreso fungiría como Presidente interino y dentro de 30 días el propio Congreso debe nombrar a la persona que concluya el periodo presidencial.

Para el caso del Presidente López Obrador, las reglas que aprobó el Congreso son particulares para ajustar los tiempos a su mandato. Los opositores se tienen que ir organizando para juntar las firmas entre noviembre y diciembre de este año. Para que a más tardar se entregue el 15 de diciembre y,  de ser procedente, se emita la convocatoria en los primeros días de enero de 2022.

La revocatoria se llevaría a cabo en marzo de 2022. Ahí nos vemos, para ver qué tanta representatividad tienen las personas que se manifestaron en sus autos este fin de semana.