Esta semana está previsto el inicio de un periodo extraordinario del Congreso de la Unión en que se desahogará parte de la legislación necesaria para la entrada en vigor el Tratado comercial entre México – Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Adicionalmente, la Cámara de Diputados incluirá en los asuntos a resolver, la reanudación del proceso de nombramiento de cuatro consejeras y consejeros electorales del órgano del INE.
Las condiciones que allanan el camino son la transición a naranja del semáforo epidemiológico en la Ciudad de México y el cada vez más cercano inicio del proceso electoral 2020-2021 en el que estarán a elección del pueblo 15 gubernaturas, la integración de la Cámara de Diputados y 30 congresos locales, así como 1,926 ayuntamientos en todo el país.
Cabe recordar que el proceso quedó pendiente en las entrevistas de las 60 personas seleccionada por el Comité Técnico de Evaluación conformado por Diego Valadés, Blanca Heredia, Silvia Giorguli, José Roldán Xopa, Ana Laura Magaloni, Sara Lovera y John Ackerman. El planteamiento es que esta etapa se reanude a partir del 6 de julio de 2020.
El 16 de julio, el Comité Técnico Evaluador tendría que enviar las cuatro listas de las personas propuestas para ocupar las vacantes. En las que, al menos, dos deberán estar integradas exclusivamente por mujeres. Aunque pudieran ser más.
La Cámara de Diputados volvería a celebrar una sesión de Pleno el 22 de julio para votar por la designación de las cuatro personas que se convertirán en consejeras y consejeros electorales del INE para el periodo de 2020 y hasta 2029.
Esta designación será trascendental para la vida democrática de México. El extremo cuidado que ha tenido la Cámara de Diputados para su desahogo está perfilado para que las personas que resulten electas generen confianza en la ciudadanía, y además que quede patente la extinción del cuotismo partidista que se refleja en la actual configuración del Consejo General del organismo electoral.
Otra cuestión relevante, será la nueva configuración que generará al interior del INE la introducción de cuatro consejerías auténticamente ajenas a los partidos políticos y cuyo compromiso sea la defensa de la democracia, en lugar del protagonismo y el patrimonialismo de algunos de los actuales integrantes del Consejo General.
Ojalá la ciudadanía esté muy pendiente de la conclusión de este proceso que, no tengo duda, resultará ejemplar y simbólico de los nuevos tiempos de auténtica democracia que vivimos.