Martes, 23 de Abril del 2024
Lunes, 13 Julio 2020 03:06

Hay esperanza

Hay esperanza Escrito Por :   Euripides Flores

En esta ocasión quiero aprovechar el espacio para comentar sobre lo que he visto en la Ciudad de México en las últimas semanas. Después de ser el epicentro de la emergencia sanitaria en el país, la capital de la República ha iniciado un progresivo regreso a la Nueva Normalidad que desde mi particular punto de vista representa una esperanza.


 

Durante la mayor parte de la pandemia que hemos vivido en México, la Zona Metropolitana del Valle de México concentró los casos y sus lamentables efectos. Sin embargo, también fuimos testigos del sorprendente descenso en las actividades en la ciudad. 

 

A partir de la declaratoria de emergencia sanitaria a finales de marzo y el inicio de la jornada de Sana Distancia, las actividades regulares en la Ciudad de México y su zona metropolitana disminuyeron de manera considerable. Durante mayo tuve la oportunidad de constatarlo. Las calles de la capital lucían vacías. Era sorprendente circular prácticamente solo por avenidas siempre concurridas como Calzada Zaragoza, Viaducto o Insurgentes. Incluso, las estaciones del metro tenían una notable baja afluencia.

 

Mientras esto sucedía, las notas de muchos medios de comunicación presentaban escenas dramáticas de algunos de los hospitales COVID en la Zona Metropolitana, lugares como el Hospital las Américas en Ecatepec o el Hospital General de México. También se daban buenas noticias, como la instalación de hospitales provisionales como el instalado en la Autódromo Hermanos Rodríguez o el Centro Citibanamex, con colaboración de la iniciativa privada.

 

Afortunadamente, aunque algunas escenas presentadas por los medios de comunicación fueron duras, lejos estuvimos de las escalofriantes imágenes que se difundieron durante las semanas más intensas de la epidemia en Europa. Al parecer, el mayor desafío que nuestro país logró afrontar con relativo éxito es que los servicios médicos no se desbordaron.

 

Aunque el Semáforo Epidemiológico permaneció en rojo durante junio, se reiniciaron actividades en la industria de la construcción que es un motor importante de la capital. A mitad del mes, también inició un periodo de transición al color naranja. Con ello, reabrieron algunos parques públicos y se permitieron actividades al aire libre. 

 

Llegó julio y la Ciudad de México entró a semáforo naranja. Con el inicio del mes se reabrieron restaurantes, también negocios y locales de barrio. El siguiente fin de semana reabrió el centro histórico. La semana pasada, centros comerciales. Todo con aforo restringido y medidas de sanidad extraordinarias.

 

Y es que mientras no haya cura o vacuna eficaz y accesible, deberemos regresar a la Nueva Normalidad con mucha responsabilidad y cuidados extremos, tal vez hasta obsesivos, pero tenemos que regresar. Algo así he visto en la Ciudad de México. Veo una sociedad, en general, responsable y tomando conciencia, usando cubrebocas en el espacio público, respetando en lo posible la Sana Distancia y respetando las medidas de sanidad. Por eso confío en que hay esperanza. 

 

     

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Negocios o salud

 

Pese al avance del COVID-19 en territorio poblano y su altísima mortalidad, los negocios del Centro Histórico entre los que se encuentran restaurantes y hoteles, han manifestado que les urge abrir sus puertas, pues de acuerdo con los dirigentes de los comerciantes del primer cuadro de la Angelópolis “ya no pueden más y muchos ni siquiera tienen para comer”.

 

En verdad que la situación es bastante difícil, así que para esta inminente reapertura comercial, a los ciudadanos nos queda hacer lo que corresponde, esto es, guardar las medidas de higiene y prevención, obedecer a las autoridades y sólo salir de ser estrictamente necesario. El reto es de todos, la economía puede reactivarse, pero… ¿Qué hay de la salud?

 

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