Sabemos que este país entendemos por la muy mala, por ello aún no dimensionamos lo que puede llegar a pasar si miles de mexicanos se contagian del COVID-19.
Mientras en Italia mueren 793 personas en un día por culpa del coronavirus, Acapulco alcanzó el 95% de ocupación hotelera a pesar de la decisión de suspender labores por más de un mes en escuelas y el servicio público.
En Puebla algunos restaurantes y bares siguen funcionando, las familias se reúnen para convivir, los mercados aún están al tope y si faltaba algo más, nos rehusamos a cambiar nuestros hábitos.
México es hogar de mujeres y hombres valientes, no tengo la menor duda. Pocas culturas como la nuestra festejan y conviven con la muerte como lo hacemos nosotros, pero esta vas más allá de todo análisis, estamos a dispuestos a poner nuestra vida en riesgo por no interrumpir nuestra vida social, ¡Vaya estupidez!
Esta pandemia nos está desnudando como sociedad, una que no respeta los protocolos, que minimiza los riesgos y se mofa de una realidad.
Esto apenas empieza, los expertos señalan que las siguientes dos semana son fundamentales para evitar que estos de propague, empezamos mal como sociedad, pero estamos muy a tiempo de recomponer