Martes, 23 de Abril del 2024
Jueves, 20 Febrero 2020 02:24

Premios Spotify y la violencia de género

Premios Spotify y la violencia de género Escrito Por :   Nay Salvatori Bojalil

Dirán que estoy viejita, anticuada, pero yo recuerdo que los premios MTV Music Awards eran el galardón a lo mejor de la música. Para quien no recuerde, era un canal de televisión de paga cien por ciento musical y número uno en audiencia juvenil. Ahí premiaron a Britney, que por cierto acabó loca, bandas como Limp Biskit, Lenny Kravitz, Robie Williams, Aerosmith; en fin, sueno como ñora que soy, pero eran premios que sin duda no me los perdía ni yo ni todos los de mi generación.


 

Ahorita les cuento que casi me da un infarto al ver el top five de los finalistas del año a los mejores artistas de la famosa plataforma Spotify, que me hicieron decir WTF, en otras palabras, qué c&$;@jos está pasando.

 

Si bien hay que comprender que los años ya pasaron, que ya no son los 90 y que aquellos que crecimos con MTV ya dependemos del bótox y nos queremos quitar las bolsas de los ojos y que nos cuesta un poco de trabajo asimilar nuevos gustos musicales de la chaviza. ¡OMG, pensé que jamás diría eso!

 

También valdría la pena analizar qué es lo que hoy genera en los chavos un fanatismo irreal, se llama “reggaetón”. Confieso que hace unos años una que otra de ese género se me pegaba y la escuchaba en el auto, pero hoy hasta el género de balada se está perdiendo ya que todos los artistas saben que para pegar en esta industria hay que apegarse a lo que vende y ¡pum!, comienza la plaga del flow. Les juro que si estuviera vivo nuestro JuanGa o el mismo Príncipe, hasta ellos ya le hubieran apostado a cantar perreos, perreos, ya que sólo basta con oír la misma tonadita que tienen toooodas las de reggaetón para que sea un éxito y venda millones, aunque la letra sea sólo basura.

 

Bueno lo más traumante es ver a los niños de kínder en festivales cantando a todo pulmón la letra de esa música sin saber qué significa.

 

Viene la parte madura de todo esto. Agárrense, pongámonos serios, y analicemos lo que estas canciones en realidad nos quieren decir, si te pudiera hacer un resumen de los mensajes que manejan estas rolas, sería lo siguiente:

 

“Eres mujer, tienes un culo delicioso, bien que te gusta que te dé, ponte en 4, te voy a agarrar, eres mi perra”, entre muchas más elegantes líneas que si mis amigos chavorrucos hoy las escuchan detenidamente les da idéntico, pero ¿qué pasa con un niño sin criterio, que escucha que una mujer debe ser tratada como una perra? Vivimos en una sociedad donde se ha normalizado la violencia de género y se ha educado muy mal a las generaciones,  incluso yo crecí en una escuela de monjas donde me decían que si mostraba las pantorrillas era una provocación para los hombres, monjas desde ahí ya empezábamos mal. Es más, seguro recuerdan el programa Puro Loco, donde había un sketch en el que iban mujeres con mini falda en un camión de ruta y se subía un hombre y pasaba detrás de ellas y les embarraba todo y las mujeres gemían y se reían, para nada se incomodaban que un fulano les faltara al respeto. Hoy, que lo pienso detenidamente, imagínense qué grave, cuántos niños o adolescentes en esa época vieron el programa y pensaron que era chistoso;  peor aún,  que a nosotras como mujeres eso nos agradaba, y cuántos no lo habrán puesto en práctica.

 

Lo mismo pasa con las letras del reggaetón donde yo he sido tachada de anticuada y de anciana por mostrar mi repele a ese género. Pero vamos más allá, vamos al contexto de sus letras donde nosotras las mujeres somos vistas como herramientas sexuales, incluso en los videos de estos “artistas” las mujeres son puestas ahí cono un adorno que incita al sexo, en donde lo más triste es que a las modelos que aparecen en sus videos casi ni les toman el rostro y las tomas se enfocan más en las nalgas y en el busto; esto me parece grave y más estando dentro de una sociedad donde nos matan y violan por minuto, en una sociedad donde muchos tontos aún creen que vestirte provocativa es un síntoma de querer sexo.

 

Y bien, here we go. Y como dicen en las entregas de los premios: “and the nominees are”.

 

En los premios Spotify tenemos como finalistas a:

 

J Balvin, cuya elegante letra más sobresaliente dice así:

 

“Baila pa’ que sus nalgas reboten, bailando así vas a hacer que nos boten, cualquier problema es culpa de ella”.

 

Nombre del poema: Morado.

 

Tercero y digno finalista:

 

Daddy Yankee, cuyas finas líneas dicen maso menos así:

 

“Modélame ese pantalón caliente, tú quieres de esto, no te hagas la loca, te duermes conmigo te lleva la ola”.

 

Nombre del poema: Que tire

 

Segundo escritor finalista de renombre:

 

Banda MS, que la banda es un capítulo que en el siguiente, si me lo permiten, me aventaré otra columna ya que ese se cuece aparte.

 

Y el número uno de este top es:

 

Badbunny, que nos dice lo siguiente:

 

“Ella es callita pero para el sexo atrevida, marihuana y bebida. Pero le gustan delincuentes”.

 

Gracias a este último talento aprendí lo siguiente: que si hay sol, hay playa; si hay playa, hay alcohol; y que si hay alcohol, hay sexo.

 

En fin, esto es sólo un pedazo y de algunos exponentes de este género que honestamente, como madre, me preocupa que mi hijo algún día le dedique a la niña que le gusta una canción así, o peor aún, que crea que las mujeres únicamente somos sinónimo de sexo y que pedimos a gritos que alguien nos lleve a la cama.

 

Estos son los que ahora dominan el mundo de la música que si Doris Day, Michael Jackson, Lennon, y muchos otros más vivieran de inmediato se volverían a morir, ahí están los premios Spotyfi, la plataforma digital que ha logrado vencer al monstruo de la radio y a las cadenas televisivas que transmiten videos de música, con miles de millones de usuarios y de gustos musicales estos “cantantes”, o no sé cómo llamarles, hoy dominan el mundo de la música.

 

En fin, ya inmersos en este mundo lleno de música basura con letras indignantes sólo nos queda como padres comunicarnos con nuestros hijos, enseñarles valores, el respeto de los unos a los otros, el respeto a la vida y a la dignidad de los demás y amor eso sí mucho amor.

 

Me voy traumada a hacer miles de sentadillas porque al parecer las mujeres somos sólo “culos” y yo estoy muy plana para caber en este mundo reggaetonero, pidiéndole a la vida que me trague y me escupa mejor en los 80 que esa ,como diría mi abuela, esa sí era música.

 

 

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