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Miércoles, 29 Abril 2020 03:05

LA SÚPER MAMÁ CONTRA LA CONTINGENCIA

LA SÚPER MAMÁ CONTRA LA CONTINGENCIA Escrito Por :   Nora Escamilla

“La "súper mujer" que es madre, trabajadora, cocinera, buena esposa, ambientalista, solidaria y sorora, se ve ahora sobresaturada en tiempos de pandemia”, Norma Loeza


 

Hace unos días compartí un artículo del portal “La Silla Rota” titulado “El mito de la súper mujer, en tiempos de cuarentena”, un texto brutal, que desnuda el rol de las mujeres en este periodo de confinamiento.

 

En lo personal han sido días muy difíciles, tengo que ser madre, esposa, hija, estudiante, amiga y diputada... todo en el mismo lugar, en mi casa, donde siempre he tratado de dejar a un lado las situaciones que pasan en mi trabajo y aprovechar al máximo mi tiempo ahí para disfrutar con la familia , pero ahora mi oficina es mi comedor, persigo el Internet por la casa para poder tener buena señal y al mismo tiempo voy tras del bebé que ahora gatea por todos lados, mientras pienso qué desayunaremos ya debemos estar haciendo comida y mientras comemos me da la hora para bañar al bebé. En medio de todo esto, hay días que el pijama se vuelve el uniforme oficial y no me da mayor problema, pero hay otros que me reprocho mucho a mí misma el no poder organizarme mejor y ser más productiva. Días que disfruto mucho estar en familia y tener el tiempo de ver crecer a mi bebé de 11 meses, otros que ya no sé donde esconderme para tener 10 minutos para mí, días de disfrutar estar en pareja y otros tantos que quiero que todo regrese a la normalidad para no estar taan unidos (24/7), días llenos de ansiedad y ganas de regresar a las rutinas y otros muy buenos.

 

Por lo menos, así transcurren mis días y me permito ser sincera con ustedes.

 

Por otra parte, sabemos que el rol de mujer en este país tristemente sigue viéndose desde una sola trinchera: el hogar.

 

Miles de mujeres han tenido que asumir la responsabilidad del hogar durante esta cuarentena, una tarea nada sencilla si le agregamos el trabajo de Home Office que desempeñan para no perder su empleo.

 

En una sociedad altamente machista como lo es la mexicana, las mujeres hemos adquirido las labores del hogar porque así lo dictan los estereotipos, dejamos la oficina para adentrarnos a la cocina, olvidamos las juntas para realizar tareas domésticas y echamos por la borda nuevos proyectos para mantener el orden el hogar.

 

Además, súmenle esa exigencia social, familiar y de redes sociales que te indican cómo “deberías” de ser, las actividades que deberías seguir, lo creativa que deberías de ser, la limpieza que debes hacer, etcétera, etcétera

 

Todo eso sin descuidar tu trabajo, porque te debes a él y tengo clara mi responsabilidad legislativa, de gestión y de apoyo a mi distrito. Además, seguir siendo esposa, amiga y, bueno... innumerables labores.

 

En resumen: esto es una situación difícil porque, entre otras cosas, pretendo diferenciar el tiempo entre mi trabajo y mi familia, reto que algunos días logro y otros parece imposible.

 

Muchos sociólogos aseguran que después de la pandemia el mundo no será igual, y creo que esta es nuestra gran oportunidad. Tenemos el gran reto de transformar o eliminar todos los estereotipos, las viejas creencias y malas prácticas que ven en la mujer una cocinera o cuidadora de hijos.

 

Como sociedad nos merecemos una nueva oportunidad para redefinir el rol de la mujer dentro de un hogar. Independientemente de las tradiciones, las mujeres mexicanas exigen igualdad de condiciones en los hogares, con parejas que atiendan y compartan las responsabilidades.

 

Para nada léase esta columna como una queja, entiendo que escribo desde mi afortunada experiencia, pero me parece válido y real visibilizar también nuestro sentir. El de las madres trabajadoras a tiempo completo que hoy nos vemos desafiadas de esta manera.

 

Entiendo y me duele mucho el pensar que esta situación es mínima cuando se compara con el infierno que viven otras muchas que hoy deben compartir el espacio 24/7 con sus violentadores, aquellas de las que depende el sustento económico familiar y hoy por la Pandemia no pueden salir a trabajar.

 

Mi solidaridad y compromiso con todas ellas, mi lucha es por ustedes, por nosotras, por todas.

 

Aún nos quedan muchos días para acabar con esta cuarentena, no desperdiciemos el día de mañana para acabar con los clichés y formar una nueva cultura en nuestro hogar.

 

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