Para hablar de inmunidad procesal o mejor conocida como “fuero” debemos remontarnos a 1812 donde los miembros del parlamento sólo podían ser juzgados por el Tribunal de Cortés.
El 2020 se ha encargado de enseñarnos una y otra vez lo frágil que somos como sociedad y lo fácil que todo lo que hemos construido se puede destruir.
Me queda claro que quienes participamos en la vida pública de este país - desde cualquier puesto- nuestros actos, decisiones e ideas trascienden en mayor medida de quienes no participan.
Recientemente los esfuerzos de la Auditoría Superior del Estado por transparentar las gestiones de las administraciones anteriores han dado resultados.
Es muy importante conocer todos, o al menos el mayor número de factores que componen la situación, hoy en Puebla existe una oposición ni medianamente capaz, donde todos sus esfuerzos están encaminados a criticar, desinformar a través de mentiras y verdades a medias.
Desde 2018 muchos personajes - políticos- olvidaron el concepto de oposición crítica y ahora la confunden con una oposición mediática - por no decir desde redes sociales- donde lejos de argumentar su desacuerdo, actúan como personas resentidas, algo que va más allá de una derrota electoral, como si les hubieran quitado algo que fuera suyo, y la política queridos amigos, no es de nadie.
Una de mis actividades legislativas que cobran más relevancia en estos momentos es la obligación de presidir la Comisión General de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático, que es la encargada de velar y adecuar el marco jurídico para la preservación del medio ambiente y de los recursos naturales.
No es ningún secreto. Ya nos urge regresar a nuestras actividades cotidianas. Comenzar ese proyecto que postergamos, salir a correr, ir de compras, llevar a los niños al parque, tomar el café, y hacer todo eso que nos hacía sentir libres.
El 5 de mayo es una fecha importante para todas y todos los poblanos, conmemoramos uno de los hechos trascendentales que forjaron lo que hoy somos como país.
“La "súper mujer" que es madre, trabajadora, cocinera, buena esposa, ambientalista, solidaria y sorora, se ve ahora sobresaturada en tiempos de pandemia”, Norma Loeza
La vida y la rutina como la conocíamos ha cambiado. Las distintas áreas laborales mutaron y tuvieron que reinventarse para seguir funcionando.
El coronavirus nos está dando una lección de vida a los humanos que difícilmente las nuevas y viejas generaciones olvidaremos. A muchas personas les ha quitado sus seres queridos, a otros les tiró sus proyectos y a la gran mayoría nos quitó la libertad.
Tiempos difíciles son los que estamos atravesando, son momentos en las que todos necesitamos de todos, son momentos en los que más allá de nuestras ideologías debemos permanecer unidos.
No quiero alarmarlos ni mucho menos asustarlos. Ante el escenario del COVID-19 y todas las consecuencias que ha generado por todas partes del mundo, en México se ha detectado un brote de sarampión -sí, aunque usted no lo crea- de acuerdo con un informe de la Secretaría de Salud existen 81 casos confirmados, la mayoría se ubican en diversas alcaldías de la Ciudad de México.
Hoy el Estado vive momentos de tensión; la preocupación por la ciudadanía en esta fase 2 por la cuarentena a causa del coronavirus y desde luego el problema de la inseguridad, algo con lo que veníamos “lidiando” las y los poblanos.
El mundo está viviendo una situación fuera de lo común, una contingencia en la cual dependemos únicamente de nosotros. Sin ser alarmista, la única manera de que esta pandemia se detenga será a través de nuestros actos.