A México apenas arriba la maléfica bacteria y de entrada ha conseguido algo: unificar a la sociedad en contra de su presidente ante la falta de seriedad para tomar las riendas del problema, sus estragos y costo.
Afortunadamente en esta actitud el presidente se ha visto rebasado por gobernadores y líderes, pero desde luego falta sumar su acción para enfrentar necesidades y retos para enfrentarlo.
El coronavirus, para comenzar, vino a sacar a la luz pública las condiciones con las que está operando el sector salud que ya había sido exhibido con los casos de los pacientes con cáncer.
Y lo peor, apenas está llegando y ya puso de manifiesto la mezquindad con la que se mueven muchos que se resisten a abandonar su estado de confort y se niegan a actuar solidariamente, tanto dentro de la misma administración pública como en el sector privado.
La pandemia nos coloca a cada uno en nuestro valor real, sin más ni menos. Ya veremos ahora que afiance las próximas dos semanas las reacciones y la responsabilidad con la que actuarán quienes deben cuidar el orden y prohijar los apoyos a los contagiados.
Desde luego que el problema no es de Puebla y de México, sino de todo el mundo. Pero da tranquilidad a los pueblos ver cómo reaccionan sus dirigentes ante la propagación del mal.
Hoy la tensión de no haber sido contagiados se suma a la tensión sobre la realidad que van a enfrentar las familias tras la crisis que según números de la Organización Internacional del Trabajo, barrerá con al menos 25 millones de empleos.
Mientras el Banco Mundial pide a los países acreedores del G-20 que dé facilidades a los países más pobres para pagar sus deudas, el presidente de México se niega a dar facilidades a las empresas para el pago de impuestos.
Desde hoy, apenas en los primeros días de la cuarentena mexicana estamos con un dólar que se acerca a la barrera de los 26 pesos, seis pesos más caro que la semana pasada. Los expertos advierten la generalización de la economía informal y una preocupante pobreza que desencadenará serios problemas sociales, aspectos que al presidente no le han explicado para que se ponga las pilas y saque un plan de emergencia para que saque adelante al país que 18 años le costó llegar a gobernar.