Viernes, 29 de Marzo del 2024
Jueves, 23 Abril 2020 01:48

Más gordos y chaparros

Más gordos y chaparros Escrito Por :   Irma Sánchez

La OMS ha definido a la salud como: “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente ausencia de enfermedad o dolencia”


 

Esta definición como se observa, contradice a una corriente bioética que ha surgido en los días de esta pandemia y ha planteado la necesidad de que en momentos críticos y ante la falta de tecnología para atender a todos los infectados, se dé preferencia a las personas jóvenes y adultas y se deje de lado a los adultos mayores, tanto en hospitales públicos como privados. En la emergencia hay que atender con cuidado a los jóvenes.

 

Esta tesis llamada bioética, que en realidad nada tiene de ética, da sutilmente entrada al derecho de la eutanasia y al aborto indiscriminado.

 

Pero los estudios y especialistas de la Organización Mundial de la Salud también han dado voz de alerta a la población mundial, a la que explican que tanto los hombres como las mujeres están perdiendo estatura, según comparativos en relación a la década inmediata anterior.

 

Asimismo, la OMS ha expresado que el confinamiento mundial ante la epidemia del coronavirus provocará obesidad en los humanos por el consumo que se está dando de alimentos chatarra y bebidas azucaradas. Pero además anticipa que se está formando una generación con pérdida de estatura por la deficiente alimentación y la falta de ejercicio.

 

Expertos en crecimiento de la OMS en la Unión Europea también han bajado la tasa de elongación en todo el mundo, y lo explican con varias causas como la contaminación global, la alimentación rápida y deficiente, así como la proliferación de negocios trasnacionales que venden alimentos cargados de grasa, carbohidratada. Y es de que todos los alimentos chatarra, refrescos y postres están elaborados con un alto contenido de éstos

 

Es conveniente recordar que están de moda principalmente entre los niños y los jóvenes, los cupcakes, los brownies, las crepas, los roles que llevan azúcares refinadas en exceso.

 

Respecto al industrial del dulce, Ricardo Menéndez Haces recuerda que los dulces que consumimos nosotros los que hoy somos adultos, en nuestra infancia los disfrutábamos con una menor concentración de azúcar que los de hoy. Confirma que los fabricantes han seguido una tendencia internacional de mercado, incrementado considerablemente el uso del endulzante y los carbohidratos.

 

Pero además, los estudios de la OMS sobre la obesidad y la estatura mueven la corriente internacional con los centros de salud públicos y privados de definir clasificaciones como obesidad mórbida, para definir a lo más voluminosos, y todo apunta que no les preocupa y no se interesan en cuidarse.

 

Hay que recordar que en estos días el doctor Hugo López-Gatell ha subrayado el peligro de que el coronavirus provoque mayores daños, hasta la muerte entre las personas obesas y los fumadores.

 

Así se comprueba que no obstante de que han subido considerablemente los refrescos azucarados y las cajetillas de cigarro, en las tiendas de conveniencia son los productos que mueven su mercado.

 

Todo esto es importante tenerlo en cuenta si es que el virus se sigue de frente, no nos toca, nos permite continuar con nuestro camino y para el mes de junio de acuerdo al diagnóstico de las autoridades podamos ser liberados para salir “de nuestras jaulas humanas” para reincorporarnos a nuestras actividades laborales, sociales, culturales y turísticas.

 

Para entonces agradeceremos estar “vivitos y coleando”. Pero hay que tener en cuenta que de acuerdo con el diagnóstico, volveremos a salir a la calle aunque más gordos y chaparros.

 

LO QUE NOS DEJA EL CORONAVIRUS EN PUEBLA

 

A media cuarentena hay comunidades que lloran de hambre y la tragedia que representa “no poder dar de comer a los suyos”

 

Si usted ha renunciado a las noticias para evitar el ir de tragedia en tragedia, éste es parte del México real de la pandemia.

 

El llamado de un hombre llorando por no tener qué darle de comer a su familia es desgarrador. Es un caso de Zautla, pueblo trabajador que vive de trabajar el barro con el que dan forma a piezas como cazuelas, jarros, ceniceros, sahumerios, y otras piezas más.

 

Los habitantes de Zautla fueron instruidos a encerrarse con sus familias, a abandonar sus talleres y a cerrar sus puestos de venta de piezas de barro, lo que les arroja una economía para ir al día. Hoy, paralizados, no tienen “guardadito” o “despensas” para enfrentar la cuarentena. Y responsables como son los jefes de familia, hoy lloran por no tener alimento para sus familias.

 

El coronavirus nos deja estampas como el cierre del hotel y restaurante más emblemático de Puebla, el Royalty, que hace cien años que abrió sus puertas, es la primera vez que tiene que cerrar, y así después de colocar pesadas cadenas con candados en sus puertas de cristal, todos sus empleados se fueron a cumplir con el confinamiento.

 

El coronavirus todo lo trastoca y quebranta, hasta la estabilidad de muchas familias que ya eran disfuncionales y vivían atrapadas en una rutina agobiante de trabajo y compromisos por una vida aspiracional de acuerdo al proyecto de vida de cada quien.

 

Lo dijo Joaquín Sabina y lo cito: enfrentamos y vivimos los días apocalípticos que tocaron a esta generación que lo tuvo todo, menos seguridad.

 

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