Qué parte del “quédate en casa” no entendemos, que lo estamos pagando con un acelerado contagio del COVID-19 que día a día suma docenas de muertos y multiplica las catástrofes.
Como lo ha hecho toda su vida Amy Camacho Wardle desde que murió su papá, el capitán Carlos Camacho Espíritu; se ha caracterizado por saber enfrentar y librar mil batallas.
Así como se vieron ayer en la gira de trabajo del presidente, juntitos, medio sonrientes, así pedimos que se mantengan el gobernador de Puebla y la presidenta municipal por el bien de su expediente político, pero sobre todo, por el bien de Puebla y de los poblanos por los que se comprometieron a trabajar al iniciar sus funciones.
Con un pie en el confinamiento y otro en la calle para regresar “a la normalidad”, las recomendaciones se producen hasta el cansancio, en casa, entre familiares y por cuanto medio se asome, en redes, radio, televisión:
Algo especial desayunó ayer el gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa, que al iniciar su jornada con su “mañanera“ no perdió tiempo y de inmediato decidió ponerle nombre y apellidos a quienes considera que pueden estar fundando el famoso BOA -Bloque Opositor Amplio- en Puebla, para desestabilizar a su gobierno y denostar su imagen como gobernante.
El país está en el máximo riesgo de contagio del COVID-19 y en estas condiciones la vida no puede regresar a la normalidad.
Ya lo dijo el subsecretario de salud, Hugo López-Gatell, “la pandemia del coronavirus en México no está controlada”, y si algunos sectores están regresando a la productividad es por presiones y por emergencia económica para paliar, en la medida de lo posible, la crisis.
Termina para unos la histórica cuarentena que sumó 76 días.
La cuarentena que vivimos, de la que ya llevamos por ahí de 74 días, no ha sido fácil para la totalidad, pero analizándola, nos ha obligado a reflexionar que hay que aceptarnos como somos, no como creemos y quisiéramos ser.
En las redes sociales se dan como cosecha de bambúes, “las y los” expertos. Pero también en medios de comunicación tradicionales como radio, televisión y prensa escrita, aparecen sin ningún problema, y reconocidos sólo por su ego.
Pese a la crisis en la que vivimos hoy en el centro de la pandemia, que cada día cuesta más empleos, más empobrecimiento, hambre y vidas, hay que reconocer el papel responsable que se decidió a jugar el gobernador Luis Miguel Barbosa, que enfrenta al gobierno de la república preocupado por revertir la tendencia de contagios y muertes que lleva Puebla con el coronavirus.
Un científico lo dijo: los humanos no se han dado cuenta de que el coronavirus llegó para quedarse y amenaza con la extinción de la especie humana.
Hoy como nunca, tanta información a la mano sobre la pandemia, sus alcances, sus riesgos, sus facturas, llevan a la sociedad a vivir en la incertidumbre, el pánico y muchos temores para enfrentar el mañana.
A 19 días de que regrese la vida "a la normalidad", debemos tener claro que "esa normalidad" está por verse.
Definitivamente estamos viviendo nuevos tiempos en la relación entre políticos y sus jerarquías.
La primera quincena del mes de mayo tradicionalmente era una quincena perdida para los poblanos, y muy especialmente para el sector educativo.