Muchas de las personas que transitan en las calles, de Atlixco, principalmente las que se encuentran a lo largo de la calle del mercado, que está cerrado, y en Izúcar, las que se ubican alrededor del centro y del mercado tradicional, usan cubrebocas, pero otras no. Los servicios religiosos están suspendidos en ambas ciudades, sólo se llevan a cabo bautizos, primeras comuniones y matrimonios, con los actores principales, pero no se permite la presencia de la mayor parte de amigos y familiares.
Ya se anunció la suspensión, en Izúcar, de la tradicional feria de Santiaguito. El santo, cuya imagen de gran tamaño es considerada como milagrosa por los fieles, tiene seguidores que a mediados de julio vienen en peregrinación de varias partes de la república. Toda la calle de la principal entrada a la población, la avenida Centenario, se llena de vendedores de frutas, productos artesanales, comida, etcétera. Se instalan juegos mecánicos y los festejos duran 15 días. Ahora no habrá nada, pues la imagen que fue destruida por el terremoto del 2017, todavía está en reparación en el Instituto Nacional de Antropología e Historia, en la Ciudad de México, y el templo donde se venera fue muy dañado por el sismo y tuvo que improvisarse una capilla en parte del atrio para realizar ahí los servicios religiosos parroquiales. La construcción dañada es colonial y tiene por lo menos 300 años de existencia.
UNA BUENA PARTE DE LA MIXTECA poblana, como el municipio de Acatlán de Osorio y otros de esa zona, eclesiásticamente pertenecen a la diócesis de Huajuapan de León, Oaxaca. Sus fieles están de luto pues el pasado fin de semana falleció su obispo, monseñor Teodoro Enrique Pino Miranda y desde el año 2001, estuvo al frente de la diócesis.
Al fallecer, de una enfermedad crónica que lo tuvo en cama durante un buen tiempo, tenía 74 años de edad. Era muy querido por el pueblo católico de una buena parte de las mixtecas oaxaqueña y poblana.
Nacido en Sonora, en una población de ese estado llamada Cucurpe, fue ordenado sacerdote en 1972 y después de haber desempeñado algunos cargos en la diócesis de su estado viajó a Roma, donde realizó estudios de Comunicación Social.
El Papa Juan Pablo Segundo lo designó obispo de Huajuapan y el arzobispo de Hermosillo, capital de su estado, lo consagró para ese cargo, el 31 de enero de 2001.
Ejerció su apostolado con gran cariño hacia sus feligreses y de ahí que su fallecimiento haya sido tan sentido por gran parte de los mixtecos poblanos.
HAY AUTORIDADES MUNICIPALES QUE han entendido que en estos momentos en que el país sufre graves problemas sanitarios y económicos, deben entrar en acción y no dejar la carga sólo a las autoridades federales y estatales.
Tal es el caso del ayuntamiento de Izúcar de Matamoros, que preside Benjamín Hernández Lima, que está llevando a cabo un programa denominado “Tejido Solidario”, consistente en llevar artículos de primera necesidad a mil familias que viven en marginación o alta marginación para subsistir en esta época en que no pueden salir a trabajar en forma normal para obtener el dinero suficiente para atender sus necesidades alimentarias.
A este programa se agregará otro denominado “Calidez Sustentable”, consistente en que la unión de esfuerzos del Gobierno del Estado a través de la Secretaría de Bienestar Social y del propio gobierno municipal, se venda leche de alta calidad a un precio accesible para todos con un precio de 5 pesos el litro.
Este programa será al margen del que realiza el DIF y va destinado a surtir del nutritivo alimento a las personas de la tercera edad, a mujeres embarazadas y a niños en su etapa de desarrollo. Este programa empezará a funcionar esta misma semana.