Jueves, 28 de Marzo del 2024
Viernes, 08 Mayo 2020 02:18

Es hora de cerrar filas con el gobernador

Es hora de cerrar filas con el gobernador Escrito Por :   Arturo Rueda

Si el ritmo de contagios y hospitalizaciones continúa como en la última semana, según previsiones de Salud local, el sistema hospitalario de Puebla -incluidos públicos y privados- se va a saturar entre el 25 y el 27 de mayo. Después de eso, viene el colapso


 

La aplicación del Hoy No Circula para limitar la movilidad durante el mes pico de la pandemia es una versión “no autoritaria” del toque de queda. Una medida dolorosa, con costo político, pero inevitable para darle conducción al Apocalipsis.

Una medida extrema a la que tuvo que recurrir el gobernador Barbosa ante las previsiones del agravamiento de la contingencia por la ruptura de la cuarentena, el camino que miles de poblanos eligieron recorrer desde hace tres semanas.

Si el ritmo de contagios y hospitalizaciones continúa como en la última semana, según previsiones de Salud local, el sistema hospitalario de Puebla -incluidos públicos y privados- se va a saturar entre el 25 y el 27 de mayo. Después de eso, viene el colapso.

El gobernador Barbosa tiene claro que la ruptura del confinamiento es producto de los mensajes cruzados del Gobierno federal -ya vemos la luz al final de túnel, ya domamos la epidemia- con la poca disciplina social del pueblo mexicano.

En China, los ciudadanos aguantaron el toque de queda, lo mismo que en España e Italia. En Estados Unidos, el país de la libertad, no podían imponerse medidas autoritarias y hasta ayer llevaban 73 mil muertos.

Los poblanos aguantamos un mes solamente y luego se desató el desmadre. Tianguis abiertos, partidos de futbol en unidades habitacionales, supermercados llenos, filas para recoger comida el Día del Niño.

Entre la incredulidad y nuestra vocación por el desmadre, lo democrático no se nos da. En la epidemia de 2009, el H1N1, la postura de Calderón fue más autoritaria y el confinamiento duró sólo un mes.

El gobernador toma una medida de costo político inédito porque no tiene ayuda de la Federación, pero tampoco de los presidentes municipales. Ni de los emanados de Morena.

Su principal enemiga es Claudia Rivera Vivanco, que no sólo no hace equipo, sino que hace negocio con la contingencia en la compra de despensas. Además, ha sido acusada de convivencia con el crimen organizado, razón por la que no quiere soltar la seguridad pública municipal.

En vez de sumar apoyos y recursos, los alcaldes todavía le piden chichi, como las alcaldesas de San Andrés y de Huejotzingo.

Tampoco tiene el apoyo de la IP porque les cerró los negocios y privilegios. No hay condonaciones ni subsidios fiscales como en la época de Moreno Valle y Gali.

¿En quién se apoya Barbosa? En tres o cuatro secretarios eficientes, pues el resto de su gabinete es fantasmal. Ni pichan ni cachan.

Pero lejos de echarse para atrás, ha tomado el timón de la nave para conducirla a buen puerto.

Ahora le van a mandar un delegado de Segob federal de medio pelo porque no hay diálogo ni apoyo con el súper delegado Abdala, que resultó un súper inútil.

Los de la Guardia Nacional terminaron sentados en la mesa familiar de los Valencia, pese a las acusaciones.

En Tehuacán le salió un edil rata, ya está en la cárcel, pero la mayoría de Morena no se pone de acuerdo y parece que es mejor disolver el cabildo de ese municipio.

El gobierno de AMLO no mandó un peso extra para la reconversión de hospitales, ni un ventilador y ni una sola prueba para el laboratorio de epidemiología.

Pero no está solo el gobernador: muchos poblanos le han dado su aval al Hoy No Circula. El problema será la aplicación de la medida, pues Vialidad estatal es un nido de corrupción y los tránsitos municipales son otra pandemia.

Vienen momentos difíciles. Es hora de cerrar filas. Se hace lo mejor que se puede con lo que hay.

 

 

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