Viernes, 19 de Abril del 2024
Miércoles, 13 Mayo 2020 02:14

AMLO se lava las manos, los culpables serán los gobernadores

AMLO se lava las manos, los culpables serán los gobernadores Escrito Por :   Arturo Rueda

López Obrador le transfiere el costo político de la pandemia a los gobernadores. En Puebla, se lo transfiere a Barbosa, sobre quien recaerá el recuento de los enfermos y muertos, así como de la saturación de los hospitales, y del cierre de las actividades económicas


 

La cuarentena en Puebla ya terminó —en los hechos— con la decisión de autorizar el regreso del sector automotriz al declararlo como actividad esencial. Volkswagen, Audi y toda la cadena de proveedurías podrán volver al trabajo a partir de hoy, pero muy probablemente ocurrirá hasta el lunes 18 de mayo. Ese regreso al trabajo se traducirá en más de 60 mil poblanos que volverán a las calles.

 

La cadena automotriz se abre, pero también la cadena de contagios. Y eso ocurre en el momento en que avanzamos al pico de contagios y de muertos, pero al que todavía no llegamos, ni sabemos cuándo llegaremos.

 

Esta mañana, López Obrador declarará terminada la Jornada Nacional de Susana Distancia el 31 de mayo, y eso significa que a partir del 1 de junio cada gobernador será responsable de las medidas sanitarias, de distanciamiento social y económicas de la pandemia.

 

López Obrador le transfiere el costo político de la pandemia a los gobernadores. En Puebla, se lo transfiere a Barbosa, sobre quien recaerá ya el recuento de los enfermos y muertos, así como de la saturación de los hospitales, y del cierre de las actividades económicas.

 

El Presidente se lava las manos de la pandemia del coronavirus para salvar su sexenio que se hunde cada día que la actividad económica permanece cerrada. Se lava las manos de los contagios y de los muertos el mero día en que se alcanzó el pico histórico de 353 fallecimientos en una sola jornada. Brutal e increíble.

 

México se encuentra alcanzando el pico de la pandemia, y para deshacerse del costo de una crisis mal manejada y de una cadena de mentiras, López Obrador transforma una contingencia nacional en 32 contingencias estatales.

 

Lo mismo hizo Trump al urgir la reactivación económica pese a sus 80 mil muertos en Estados Unidos. Pero él se encuentra en campaña por su reelección.

 

Con la misma lógica, y aunque no está en campaña, o sí lo está, López Obrador ha tomado la decisión de que se mueran los que se tengan que morir, pero la actividad económica debe abrirse para frenar el desplome de la economía.

 

Además de la caída del PIB que ahora rechaza como instrumento de medición de la economía, un dato lo llevó a la cruel decisión: entre marzo y abril, se han perdido casi un millón de empleos formales registrados ante el IMSS. ¿Cuántos informales?

 

Que se mueran los que se tengan que morir, pero que se salve su sexenio, su bendita popularidad y el proyecto de la 4T. Y que sean los gobernadores los que carguen con los muertos que tuvieron que morir.

 

Emanado de Morena, Luis Miguel Barbosa ha quedado atrapado en el cortocircuito. A partir del 1 de junio, o del 18 de mayo, asumirá todas las decisiones impopulares de las que López Obrador se lavó las manos.

 

Después de reabrirse el sector automotriz, Barbosa deberá decidir la reapertura de escuelas, restaurantes, cines, negocios de todo tipo. Ya no estará vigente el decreto del Consejo General de Salubridad. Todos querrán reabrir sus negocios para salvar sus empresas y los puestos de trabajo, pues nivel local se han perdido 23 mil registrados ante el IMSS.

 

Justo en el pico de la pandemia, López Obrador decidió por la economía antes que por las vidas, pues los muertos muertos están, mientras que los vivos van a votar en 2021, en 2022 irán a la revocación de mandato y en 2024 quizá a su reelección presidencial. Es una decisión de rational choice, no humanitaria.

 

Mientras tanto, los saldos negativos se los quedan los gobernadores. Los de oposición, del PRIAN, serán debilitados y su única forma de sobrevivir será reactivar el federalismo. Una crisis secesionista, entidades federativas que amenazarán salirse de México como una forma de obtener subsidios federales para resistir.

 

Pero emanado de Morena, reconociendo en  AMLO a su líder, el gobernador Barbosa puede quedarse atrapado entre la espada y la pared. Abandonado por la federación, enfrentado a los sectores productivos del estado, y contando cada día más muertos y enfermos hasta que los hospitales se atiborren.

 

Una posición muy complicada. Ya veremos las definiciones de los próximos días. El apocalipsis ya no será nacional, sino patrimonio exclusivo de cada estado, y claro, de cada gobernador.

 

 

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