Si la cárcel no se interpone en su camino, Claudia Pandemia sueña con reelegirse como alcaldesa de la capital, aunque tenga a todo Puebla en su contra, una vez que las encuestas la califican como la presidenta más impopular en la historia de la ciudad. Su competitividad electoral es igual a cero.

 

Bien ganado lo tiene por su ineptitud y corrupción, pero lo que a nosotros nos parece imposible, en realidad es posible, porque nadie tiene claridad sobre lo que ocurrirá el próximo año dado que se trata de la primera elección constitucional en la que habrá reelección. ¿Dónde está el piloto?

 

En efecto, el 2021 como año electoral es una incógnita, no sólo desde el punto de vista de la salud pública —se ignora cómo avanzará la pandemia—, sino de las reglas no escritas del sistema político, empezando por el vértice de la pirámide de poder. Es decir, si AMLO definirá las candidaturas de Morena, y a su vez, los gobernadores ejercerán como jefes de partido en sus demarcaciones.

 

No se trata de un dilema menor. Si AMLO ejerce como jefe de partido, definirá los candidatos a gobernador en los estados donde haya esa elección, y además a los candidatos a las diputaciones federales para que Morena y sus aliados retengan la mayoría en San Lázaro.

 

A su vez, en cascada, los gobernadores de Morena ejercerían como jefes de partido en sus estados, y decidirían sobre los candidatos al Congreso local, así como las principales presidencias municipales.

 

Así es la praxis del sistema político mexicano… pero Morena es un partido disfuncional.

 

Nada que ver con el PRI que sólo esperaba el movimiento del dedo divino presidencial, o el PAN que buscó tener una vida independiente pero actuó como partido en el poder haciendo caso al presidente.

 

Morena es un partido disfuncional en sus reglas. Por ejemplo, cuando no eran partido en el poder, usaron el sistema de encuestas para definir candidato o legitimarlos.

 

¿Pero ahora qué? ¿Quién garantiza que los aspirantes vayan a respetar los resultados? Ahí está el caso de Armenta, quien sostuvo el pulso jurídico contra la designación de Barbosa, filtró resultados a modo y todo tuvo que terminar en un armisticio político con Monreal, pues el pleito resultaría desastroso.

 

Otro factor de esa disfunción de Morena es el sistema de reparto de candidaturas para cuadrar la equidad de género. Por ejemplo, en 2018 ese sistema determinó que Puebla capital era para mujer… y gracias a eso tenemos a Claudia Pandemia sentada en la alcaldía más importante del estado, pese a que no tenía capacidad ni experiencia.

 

La disfuncionalidad de Morena como partido, más la lógica de una reelección sin reglas, más la cuota de género, provocan un coctel explosivo para el partido en el poder.

 

Veamos un ejemplo concreto al hablar de Claudia Pandemia.

 

La alcaldesa sueña con reelegirse, pero se trata de un activo tóxico para Morena en Puebla. Material radiactivo contaminante, una Chernobyl, pues según las encuestas, 8 de cada 10 poblanos reprueban su trabajo. Si ella se postula, es seguro que Morena perderá la capital, las cuatro diputaciones federales y las siete locales. Prácticamente podrían despedirse de la mayoría en el Congreso.

 

La intención de Claudia Pandemia de reelegirse es la semilla de un desastre para Morena en Puebla y toda su zona metropolitana. Si fuera por el gobernador Barbosa, como jefe político en el estado, no la haría candidata, pues no tiene ninguna opción de ganar y sí de provocar un efecto desastre.

 

¿Pero quién la va a apartar de la candidatura?

 

 

¿Quién la llamará para mostrarle la encuestas? y decirle: “Claudia Pandemia, no tienes ninguna oportunidad, hazte a un lado para que pongamos a alguien competitivo”

 

¿Cómo haría campaña alguien que ha sido acusada por el gobernador de coludirse con el crimen organizado y carga en sus espaldas varios escándalos de corrupción bien documentados?

 

¿Cómo le van a hacer para que el “efecto Claudia” no contamine a todos los demás candidatos de Morena y provoque un Chernobyl?

 

Una opción es el género: en caso de que en el sorteo se defina que en Puebla capital va hombre, Claudia Pandemia no podría reelegirse y comenzaría un nuevo juego que le abriría la puerta a Gabriel Biestro. ¿Pero y si la suerte no ayuda?

 

¿Cuál será el papel de Carlos Evangelista, el liderazgo impuesto por Ramírez Cuéllar?

 

La pregunta base es: ¿Quién pondrá los candidatos y organizará las negociaciones políticas?

 

¿Quién tiene ese poder y autoridad?