El viernes por la noche comencé a recibir llamadas de amigos empresarios entre alegres y dubitativos porque, después de tres meses y al borde de la quiebra económica, podrían reabrir sus negocios a partir de hoy lunes 6 de julio.
¡Es imposible!, les dije, porque seguimos en semáforo rojo.
Sabía de las intenciones expresadas en voz alta por el CCE y todas las cámaras empresariales: abrimos por las buenas o por las malas, o con amparo. Pero de ahí a la realidad había un trecho muy grande.
“Pues lee CAMBIO, amigo, lo acaba de decir la presidenta municipal: el lunes pueden reabrir todos los negocios no esenciales y el Ayuntamiento no va a clausurar”.
Inmediatamente pedí al reportero del Ayuntamiento, Ricardo Juárez, la fuente que atribuía esos dichos a la presidenta municipal. Se me hacía absurdo que ella declarara públicamente su renuncia a aplicar la ley. Un caso inédito.
Pero estaba ahí, en el boletín oficial de la reunión que la presidenta municipal sostuvo con los dirigentes del CCE y las cámaras empresariales la tarde del viernes:
“Tras una reunión que encabezó la Presidenta Municipal, Claudia Rivera Vivanco, se puntualizó que no se clausurarán negocios no esenciales que abran antes de tiempo, pues la ley no lo establece como competencia del Ayuntamiento de Puebla”.
Poniendo miles de vidas en juego y el futuro de cientos de empresas, así como miles de puestos de trabajo, Claudia Rivera les dio un semáforo verde virtual, contraviniendo las posturas del gobernador, así como el semáforo rojo de la Federación.
Lo hizo, además, con el argumento más pueril: “la ley no lo establece como competencia del Ayuntamiento de Puebla”.
O sea, ¿el Ayuntamiento capitalino renuncia a aplicar la ley en plena pandemia?
¿Por qué si el Ayuntamiento no tiene esas competencias, Protección Civil Municipal cerró todos los restaurantes que hace un par de semanas arrancaron en la zona del zócalo?
¿Tiene atribuciones o no?
¿Es así como Claudia quiere colaborar con el gobierno estatal, con la Federación, en aplanar la curva de contagio?
Claudia sigue en su carrera infinita de degradación: ya es la presidenta más impopular en la historia de la ciudad, y desde hace semanas sólo carga escándalos de corrupción en su espalda.
Ahora compite por la afirmación suprema de la irresponsabilidad: la negativa de aplicar la ley, los decretos del gobierno estatal, y el semáforo rojo de la Federación.
A esa reunión acudieron los representantes de las cámaras y organismos empresariales Olga Méndez Juárez, de Canirac; Ignacio Alarcón Rodríguez, del CCE; Marco Antonio Prósperi, de la Canaco; de José Miranda Solana, Acecop; César Bonilla Yunes, de COE; Enrique Valdés Gutiérrez, del Centro Comercial Angelópolis; y Malusa Gómez Álvarez, de la Asociación de Emprendedores de los Sapos y el Centro Histórico.
Con esa información, cada uno de ellos comunicó a sus agremiados que se prepararan para la reapertura este lunes. Había el compromiso de la presidenta municipal de no aplicar clausuras. La reactivación económica era un hecho.
Alertados en Casa Aguayo de la irresponsabilidad de Claudia, la comisión del gobierno estatal aceleró contactos con la IP poblana. Los secretarios de Economía, Trabajo y Gobernación les mostraron los datos contundentes de la evolución -a peor- de la pandemia y les reiteraron que no había condiciones ya que de por sí la dinámica social se movía rumbo a la tragedia.
A regañadientes, los líderes del CCE y la de Canirac aceptaron frenar la reapertura, pero aprovecharon para lanzar un fuerte mensaje sobre la tolerancia y flexibilidad hacia el comercio informal, mientras que para ellos sólo había mano dura.
Al final, solamente el líder los comerciantes del Centro Histórico dejó la posibilidad de que sus agremiados reabrieran hoy.
¿Quiénes reabrirán hoy y quiénes no?
Claudia Rivera Vivanco será responsable de la anarquía con sus, irónicamente, irresponsables declaraciones de no aplicar la ley y las clausuras.
Increíble.
Si no fuera trágico, sería cómico tanto ridículo.