Jueves, 25 de Abril del 2024
Lunes, 12 Octubre 2020 02:11

Guerra Mundial Morena

Guerra Mundial Morena Escrito Por :   Arturo Rueda

Lo dijo Mario Delgado correctamente: si Muñoz Ledo gana, Morena se convertirá en la oposición a López Obrador. Un partido en el poder que es oposición al presidente. Ni a Sartori o los grandes tratadistas de la Ciencia Política se les hubiera ocurrido


 

La radicalización de Porfirio Muñoz Ledo, el Danton mexicano que quiere tomar por la fuerza hoy la dirigencia nacional de Morena sin haber ganado las encuestas ordenadas por el INE, ha colocado contra las cuerdas a Andrés Manuel López Obrador, quien ve descarrilarse a su partido y a su sucesión en 2024.

 

Si el presidente no coloca como dirigente nacional a Mario Delgado, perderá desde hoy cualquier posibilidad de poner en ruta su sucesión en 2024 y designar al candidato que mejor defienda la continuidad de la 4T.

 

 

La misión de expropiar a Morena del poder presidencial se radicalizó en las últimas horas. La voz la encabeza Porfirio Muñoz Ledo, pero los complotistas son personajes del primer círculo de AMLO que trabajan junto al presidente en Palacio Nacional.

 

Esos conspiradores van desde Gabriel García, director de Programas Sociales, Bertha Luján, pero cada vez son más los que cercan al presidente, entre ellos Julio Scherer Ibarra y el secretario particular, Alejandro Esquer.

 

Trabajan con AMLO y al mismo tiempo trabajan contra AMLO. Es increíble.

 

No sabemos si AMLO ve está traición desde cerca, si prefiere mirar hacia otro lado o si sufrirá los “idus de marzo” como le tocó a Julio César, apuñalado por la espalda por su favorito, Bruto.

 

Por supuesto, Muñoz Ledo actúa a la desesperada con base en la ley de rendimientos decrecientes. Es cierto que ganó la primera encuesta de reconocimiento de nombre, porque con cinco décadas en la cúspide de la pirámide de la política mexicana, era imposible perderla.

 

Pero lo adelantamos a tiempo: tras la primera ronda, la segunda encuesta ya iba a ser de intención de voto para convertirse en dirigente. Y ahí empató con el diputado federal, Mario Delgado, por lo que según las reglas aprobadas por el INE y aceptadas por los contendientes, si ocurriera un traslape se darían los tiempos extras, es decir, una nueva encuesta. La tercera es la vencida.

 

De acuerdo con los resultados presentados, Muñoz Ledo obtuvo 25.34 y Delgado 25.29 de la intención. La diferencia ni siquiera fue de una décima, sino de .05 %. El argumento de que un voto es un voto, pero aquí no se trata de votos, sino de estadísticas.

 

Pero en los tiempos extras se va a eliminar a Yeidckol y las otras dos desconocidas. Van mano a mano ellos dos, con 49 % para disputarse. Y no hay forma de que gane Porfirio. Ya llegó a su punto más alto. Y no va a ganar los tiempos extras, según Massive Caller.

 

Como Porfirio sabe que perderá la encuesta del mano a mano, se apresura a reventar el proceso y quitarle la legitimidad a Mario Delgado bajo el principio de que “cuando Jalisco pierde, arrebata”.

 

El juego ya ha llegado demasiado lejos pero AMLO no se atreve a intervenir directamente, por lo que la Guerra Mundial Morena vivirá su máxima intensidad si es que el casi nonagenario Muñoz Ledo intenta tomar por la fuerza hoy Morena y declararse “presidente legítimo” del partido.

 

Al presidente no debe preocuparle Muñoz Ledo, quien se encuentra a un paso de la fosa pero su voz todavía encuentra resonancia. A López Obrador deben preocuparle los personajes que alimentan de fuerza a Porfirio, porque son sus colaboradores los que tratan de arrebatarle el control del partido. A su alrededor hay una conspiración que no ve o no quiere ver.

 

Lo dijo Mario Delgado correctamente: si Muñoz Ledo gana, Morena se convertirá en la oposición a López Obrador. Un partido en el poder que es oposición al presidente. Ni a Sartori o los grandes tratadistas de la Ciencia Política se les hubiera ocurrido.

 

Ahora, al INE le falta definir la fecha de la encuesta del mano a mano. Pero la victoria de Mario Delgado podría llegar tarde, porque Muñoz Ledo y los conspiradores ya reventaron el proceso para que el nuevo dirigente no tenga un gramo de legitimidad.

 

No se ve la posibilidad de un acuerdo porque Muñoz Ledo no tiene que perder y los conspiradores van por todo, pues el presidente no quiere enfrentarlos, frenarlos y correrlos de Palacio Nacional.

 

La Guerra Mundial Morena va a continuar.

 

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