Viernes, 29 de Marzo del 2024
Miércoles, 23 Diciembre 2020 01:32

Lo que le decimos al Dios de la Muerte: not today

Lo que le decimos al Dios de la Muerte: not today Escrito Por :   Arturo Rueda

Tantas pérdidas, muertes, negocios destruidos, empleos esfumados, personal médico exhausto, prefiguran un año negro en 2021. Siempre pensé que esto iba a ser como 1996, pero ahora sé que será mucho peor. Gigantes se van a derrumbar. Sálvese quien pueda. Como en la distópica Mad Max Road Fury, en 2021 estaremos dedicados a un solo instinto: el de la supervivencia.


 

En el 2020 la realidad se deformó. Queremos creer que transitoriamente, pero no lo sabemos. El shock de nuestros días por la pandemia puede ameritar solo un párrafo en los libros de Historia si es que las vacunas funcionan, pero estos grandes traumas tienen consecuencias en el rediseño del futuro funcionamiento del mundo. Y quien no lo crea, que revise todo lo que ocurrió después del crack bursátil de 1929, la Gran Depresión.

 

La pandemia es una distopía que choca con lo que conocíamos de la realidad. Vivimos dislocados, a la espera de que la ciencia sea la respuesta. Pero nadie lo sabe.

 

Esa dislocación se nota en cada momento. Seguro a usted le pasa también al ver una película o una serie de esas que pululan por Netflix o las numerosas plataformas de streaming.

 

Todo lo que vemos ahí ya no es creíble porque se trata de un mundo en el que las personas se tocan, se abrazan, se saludan, y sobre todo, no usan cubrebocas. En nuestro mundo eso ya no ocurre, ni tenemos fecha para que vuelva a ocurrir.

 

Se trata de una crisis global de la que nadie se encuentra a salvo, pues el SARS-COV-2 puso en jaque, al mismo tiempo, la salud y la economía mundial, generando un círculo vicioso del que nadie sabe cuándo saldremos. No están a salvo ni los países ricos ni los países pobres, y todo indica que China —el país de donde surgió la crisis— será el único ganador.

 

Nadie nos preparó para que, oficialmente, México acumulara 120 mil muertos en el primer año de la pandemia —extraoficialmente pueden ser el triple— y la vista atrás nos indica que todo esto es la mezcla de muchos males pasados y presentes.

 

La gestión de López Obrador, mala, se enredó con las secuelas de la corrupción del sistema PRIAN que dejaron no solo un sistema de salud famélico, sino una población mermada por la pobreza, la mala alimentación y el poco ejercicio físico.

 

 

El previsible rebote de diciembre también dejó en evidencia a una sociedad que no escucha a nadie. Ningún mensaje es capaz de convencer de la gravedad de la situación. No apenas se confirmó la puesta en marcha de una cuasi Ley Seca, los poblanos salieron en tropel a vaciar estanterías de las vinaterías.

 

Tantas pérdidas, muertes, negocios destruidos, empleos esfumados, personal médico exhausto, prefiguran un año negro en 2021. Siempre pensé que esto iba a ser como 1996, pero ahora sé que será mucho peor. Gigantes se van a derrumbar. Sálvese quien pueda.

 

Como en la distópica Mad Max Road Fury, en 2021 estaremos dedicados a un solo instinto: el de la supervivencia.

 

 

La única rueda que no se detiene, que sigue su marcha inalterable, es la disputa por el poder.

 

El coronavirus no frenó la batalla para sacar a Trump de la Casa Blanca, como en México no se frenará la elección del 2021 para crear un dique contra López Obrador y la 4T. Es el todo por el todo, un juego inevitable ordenado por los Amos de México a sus satélites PRIANRD.

 

 

Ayer lo anunciaron oficialmente: Va por México. La mezcla de los intereses económicos que defendieron, simulando ser enemigos, el PRIANRD en todo ese periodo llamado transición democrática.

 

 

Si la mezcla de disímbolos personajes que antes fueron oposición tiene un mediano éxito, si el mundo no se acaba en 2021, en 2022 viviremos la Larga Guerra para que AMLO no gane la revocación de mandato. Lo quieren echar a patadas.

 

En esa rueda que no se detiene, los ciudadanos valemos poco. Los médicos, enfermeras, camilleros y personal de salud valen poco. Ellos harán lo necesario para el primado de sus intereses.

 

Tan frágil es todo esto que sólo vale la pena decir algo al Dios de la Muerte: not today.

 

Felices fiestas a los que puedan.

 

Esta temporada navideña lo que buscamos es sobrevivir.

 

*** La columna Tiempos de Nigromante descansa hasta enero. Las transmisiones en TV no. Todos los días ahí nos seguiremos viendo.

 

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