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Miércoles, 15 Abril 2020 02:33

El país cruje y los Juegos del Hambre

El país cruje y los Juegos del Hambre Escrito Por :   Arturo Rueda

El IMSS ya crujió, pero van a seguir los hospitales del INSABI, y eventualmente los estatales. No hay preparación, no hay especialistas, no hay insumos básicos. El precario estado de los servicios de salud en México va a terminar por estallar. Luego, en los Juegos del Hambre, seguirán policías y Guardia Nacional con contagios masivos. Más tarde, cárceles.


 

El país cruje en la entrada al túnel de los Juego del Hambre del coronavirus… y todo indica que se va a quebrar. Ningún área se va a salvar de ese quiebre, pero la primera fractura está en el frente de batalla de la infantería: las instituciones de salud.

 

Los soldados de la guerra —médicos, enfermeras, camilleros— están cayendo como moscas, diría el gobernador de Baja California, contagiados en las propias unidades de salud. Todos los soldados mueren en el frente de guerra, es cierto. Pero aquí son soldados que mueren porque carecen de fusiles, chalecos antibalas, cascos. Los materiales mínimos.

 

Por supuesto, el IMSS ha sido la primera institución en crujir. A nivel nacional tiene contagios masivos en varias unidades médicas, y la cereza del pastel fue Tijuana, un caso que el actor y cómico Eugenio Derbez denunció para recibir de inmediatos desmentidos de fake news y ataques de bots en redes sociales. Pero el gobernador de BC confirmó.

 

En Puebla ayer estalló la rebelión que se  veía venir. No fue donde está más cocinada, en la unidad 20 de la Margarita a punto del colapso aún antes de la crisis del COVID-19 porque nunca quisieron reconstruir San Alejandro al atravesarse un acto de corrupción en la licitación. Ocurrió en San José, pues los sindicalizados del IMSS rebasaron a su dirigente Sergio Herrera Vázquez en busca de autoprotección.

 

La rebelión sindical del IMSS en Puebla tiene varios aspectos. El primero es la falta del material imprescindible para enfrentar el frente de guerra. Llevan semanas diciéndoles que “ahora sí en dos días llega todo”. Pero esos dos días ya cumplieron un mes.

 

Pero también señalan la falta de protocolos mínimos en las unidades médicas, pues contraviniendo las disposiciones del Consejo General de Salubridad, no se habilitaron plantas específicas para disponer de los enfermos de COVID-19 y proceder a su aislamiento, así como también las áreas para sospechosos. Los contagios son inevitables, como ya pasó en Coahuila, Tlalnepantla, Tijuana y más.

 

De los contagios a las muertos sólo hay un paso. Y un caso específico detonó la ira: el de la compañera de la planta de lavado de Metepec que la delegación negó permiso para dejar de acudir a trabajar cuando presentó síntomas, después falleció pero el IMSS negó el riesgo de trabajo para pagar la indemnización correspondiente.

 

Le negaron el permiso para faltar a su centro de trabajo, lo que propició más contagios. Más tarde, finalmente se trasladó a Puebla para su atención fue rechazada en San José, luego asistió al hospital de la Margarita en el que le brindaron atención, pero la paciente ya presentaba un cuadro grave de la enfermedad, por lo que falleció. Por último, el IMSS reveló su nombre en un boletín provocando discriminación hacia la familia y amigos.

 

¿Cuántos trabajadores del IMSS Puebla van a morir en esas condiciones?

 

En el centro del encabronamiento colectivo, por supuesto, se encuentra el director general Zoé Robledo, que llegó como bateador emergente de Germán Martínez que se negó a aceptar las medidas draconianas de austeridad. Hizo bien en irse, y parece que hizo mal en llegar Robledo, un político chiapaneco con aspiraciones a llegar a Gobernación. Pero parece que se quedará con las ganas.

 

Aunque es su amigo personal, el gobernador Barbosa no se guardó los reclamos hacia la actuación del IMSS. No dijo su nombre, pero sabe que la delegada Aurora Treviño García es un auténtico cero a la izquierda. Carece de experiencia política, de carisma con los trabajadores y no sabe comunicar.

 

La delegada surgió de ese proceso “innovador” para que las delegaciones del IMSS no fueran entregadas como premios a políticos corruptos. Se buscaba elevar a esas posiciones a la base trabajadora, y ahora no reúnen el perfil para ponerse al frente de la batalla. Nulidades.

 

El IMSS ya crujió, pero van a seguir los hospitales del INSABI y eventualmente los estatales. No hay preparación, no hay especialistas, no hay insumos básicos. El precario estado de los servicios de salud en México va a terminar por estallar.

 

Luego, en los Juegos del Hambre, seguirán policías y Guardia Nacional con contagios masivos. Más tarde, cárceles.

 

Ahí se acaba la segunda línea de defensa.

 

Quizá es la tragedia que se gesta con Andrés Manuel López Obrador, profetiza The Financial Times, periódico económico para fifís.

 

Se equivocan los redactores ingleses: la tragedia comenzó a gestarse hace 40 años con la corrupción del PRIAN

 

A AMLO le va a tocar la explosión.

 

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