Pese al entusiasmo de los políticos tipo Trump y López Obrador, y contra las prisas de los agentes del orden económico interesados en volver al capitalismo consumista, el consenso científico en el mundo es que no hay condiciones para volver a la “normalidad” y levantar las cuarentenas, así como las medidas de distancia social.
Ese consenso científico se funda en un hecho concreto: todavía no se sabe mucho del virus SARS-COV-2 y no se sabe en un punto específico la inmunidad viral que genera en aquellos contagiados que ya se han recuperado.
Y sin ese conocimiento es imposible volver a la “normalidad”. Tenemos que aprender a vivir con la epidemia durante un periodo largo de tiempo, dicen los alemanes, y dicen bien.
“Llevará tiempo aprender sobre la inmunidad viral en las personas”, afirmó George Rutherford, jefe de enfermedades infecciosas y epidemiología global de la Universidad de California en San Francisco.
Los científicos deben responder dos preguntas clave: ¿cuánto tiempo permanecen los anticuerpos contra el SARS-CoV-2 en el cuerpo? y ¿Por cuánto tiempo evitan la reinfección, si es que lo hacen?
Rutherford dijo que idealmente el SARS-CoV-2 será similar a los virus como el de la rubeola que causa el sarampión y desencadena la inmunidad de por vida. En tal escenario, el virus finalmente deja de propagarse, lo que se conoce como inmunidad colectiva o de rebaño. “Esta es la esperanza para COVID-19”, dijo Rutherford.
Pero nadie se fía de eso porque todavía no hay evidencia de que un curado no pueda volver a reinfectarse. “No hay pruebas en este momento de que el desarrollo de una respuesta de anticuerpos sea protectora”, dijo David Walt, profesor de patología en la Escuela de Medicina de Harvard y el Hospital Brigham and Women en Boston.
Si las personas pueden reinfectarse después de curarse, no hay forma de volver a abrir la economía ni de relajar las medidas de Susana Distancia. No en México, sino en todo el mundo.
En el caso de SARS y MERS, otros coronavirus parecidos a SARS-COV-2, el tiempo de inmunidad promedio es de dieciséis a veinticuatro meses, y después la gente puede volver a reinfectarse.
Tienen razón los científicos: les pedimos mucho en muy poco tiempo. Esos mismos científicos llevan cuarenta años luchando contra otro virus, el VIH, y todavía no hay vacuna ni cura. Así de simple. “El virus más similar al SARS-COV-2 muestra que no hay una respuesta inmune prolongada”, dijo Walt.
Para concluir, funcionarios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijeron que no está claro si los pacientes con coronavirus recuperados son inmunes a una segunda infección. “Con respecto a la recuperación y luego a la reinfección, creo que no tenemos las respuestas para eso. Eso es algo desconocido”, dijo Mike Ryan, director ejecutivo de los programas de emergencias de la OMS, en una conferencia de prensa el lunes.
El asunto para los científicos luce mal, nada claro, y no comparten el entusiasmo de los políticos ni de los agentes del mercado.
Así que esto va para largo. Hay que hacernos a la idea.
**** Médicos en resistencia. Mañana les voy a contar el caso de un grupo de médicos poblanos que se ampararon vs López Obrador, el gobernador Barbosa y hasta la Virgen de Guadalupe para impedir que se les ponga en la línea de guerra contra el coronavirus en los hospitales reconvertidos.
Médicos traidores a su vocación y al juramento hipocrático.
Le va la lista de los nombres:
Osvaldo Domíguez Andrade
Carlos Fernández Álvarez
Pablo Villegas Meza
María Ponce de León Menéndez
Marca Sagrario Arredondo Meza
Ingrid López García
Mary Karla Gaona Palomo
Luis Omar Bernal Zamorano
Sonia Domínguez Vallejo
Pablo Medel Román
Giovanna Steffanoni León
María Adriana Blandón Castillo