Si nos vamos a los modelos econométricos pesimistas, en los siguientes tres meses una cantidad cercana a un millón de mexicanos van a ser contagiados de COVID-19, de los que alrededor de 50 mil requerirán cuidados intensivos -no se sabe a dónde irán a parar porque el sistema de salud quedó destruido- y por lo menos habrán unos 25 mil muertos.

Esta afirmación estúpida desafía el hecho biológico de que AMLO es un hombre como cualquier otro: que puede ser agente de contagio, que puede enfermarse… y que puede morirse pese a toda su fuerza moral. Así de simple.

La catástrofe es sanitaria de momento, pero su verdadero efecto será una crisis económica sin parangón en un país que dejó de crecer por los vaivenes de López Obrador. Se viene desempleo, cierre de empresas, pérdida de capitales, más delincuencia.  Esto ya se jodió, sin ánimo de ser alarmista.

Pero las encuestas son contundentes y apenas queda tiempo para revertir una situación que luce desesperada para que Morena pueda ganar el Ayuntamiento y los siete distrititos, así como el impacto en toda la zona metropolitana. La situación mejora ya o ya.  Pero no hay ninguna esperanza de lograrlo si esos cien mil jóvenes en las calles se convierten en cien mil votos en contra

Como ya lo hicieron en esos países, al igual que en Estados Unidos, se avecinan cuarentenas forzosas cuyo grado máximo será semejante al de abril y mayo de 2009, cuando todo México paró a causa del virus H1N1 por casi un mes, con el consiguiente desastre económico y una caída histórica del PIB.

Nuestra novela casi tiene un final feliz: este día, casi todas regresarán a su rutina normal, a sus puestos de trabajo, a su banca en la escuela, al entrenamiento, a las gestiones del gobierno o las empresas. Respiraremos aliviados. Dije casi todas. Van a faltar las 35 mujeres asesinadas en este 2020 —se está rompiendo una marca anual—, más las casi cien de 2019, más otras cien en 2018

Como todo se ha ensayado ya, el vandalismo, la discriminación positiva, los performances, las alertas de género, las mujeres en la mitad de los cargos públicos, la única opción que queda es la rabia. Y entre más mujeres en las calles, más mujeres ausentes de sus trabajos, ese grito de rabia pacífica se va a escuchar más fuerte

Sin que ninguno de sus anhelados puestos esté al alcance de su mano y desmantelada su influencia jurídica, Meza Viveros recurrió al mismo truco que hace cada sexenio: morder la mano de quien le dio de comer argumentando ética y libertad de pensamiento

Con esa desautorización pública, López Obrador anuló a su secretaria Albores para el resto del sexenio, en la defensa del subsecretario May. La borró políticamente, la volvió un cero a la izquierda al empoderar al subsecretario de la dependencia, a quien la titular del ramo no pudo tumbar. Increíble

López Salazar llega a ocupar la SSP en un páramo incendiado por la ola de indignación universitaria que provocó un paro total de actividades en la BUAP —pese al llamado del rector Esparza para cesarlo— e incluso ya provocó un contagio en la CDMX con la marcha de ayer de estudiantes de Medicina de la UNAM y el Politécnico que llegó a Palacio Nacional para exigirle a AMLO #NiUnaBataMenos