Al final, sin una respuesta de Estado, sólo nos queda retraernos en la solidaridad de la familia, de la tribu: velar por las mujeres de nuestro entorno, hacerlas saber cuidadas, protegidas, reaccionar sin tregua ni cuartel ante la primera manifestación de violencia que alguien cometa contra ellas
Por último, cabe preguntarse del verdadero objetivo del “reportaje” si a la corresponsal, por güeva o por desinterés, no se le ocurrió entrevistar a otros personajes de la vida pública de Puebla que pudieran opinar en sentido contrario a Abraham Quiroz, José Juan Espinosa o las opiniones de la propia reportera Hernández