Las flores colman el ataúd de Alma Yenifer, Yeni, como era llamada con cariño por sus pequeñas hijas; su madre ya no está y les cuesta entenderlo: “Siempre te amaré mamita”, se lee en una carta en al altar en honor a quien fue brutalmente asesinada de 25 puñaladas en Cuautlancingo el pasado lunes.
La ofrenda fue colocada con amor por sus niñas, un vaso de agua, un plato de sal y la imagen de la víctima, remetan dos caritas que las pequeñas escribieron en su intento de despedirse de la madre que salió por los panes del lonche de la escuela y no regresó aquella mañana de infortunio.
Dentro de sobre hecho en forma de corazón rojo se alcanza a leer “Siempre te amaré mamita”, las últimas palabras de una hija que trata de asimilar la muerte a sus escasos 10 años de edad. Las miradas de las hermanas no se alejan del féretro.
La más grande de ellas consuela a su hermana, aunque en su mirada se refleja la tristeza del abandono de la muerte, ya no volverá a ver nunca más a Yeni. La más pequeña de la dos se consuela en el regazo de la otra, se nota nerviosa, inquieta, una pequeña que aún no entiende porqué su mamita está entre la belleza de las flores, muerta.
Alma Yenifer spue asesinada por su ex pareja el pasado lunes cuando salió comprar pan para el lonche de sus dos hijas en el fraccionamiento Geo Villas San Jacinto, en la localidad de San Lorenzo Almecatla, Cuautlancingo.
Yeni tenía dos meses de embarazo cuando recibió 25 puñaladas de su Juan N al salir de la panadería, mismo como un cobarde salió corriendo para intentar escapar del la escena del feminicidio 32 en lo que va del año en Puebla.
Staff/Diario Cambio
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