Gustavo Adolfo Vargas Cabrera, presidente municipal de Huauchinango, mandó colocar unas vallas metálicas para impedir el paso al jardín central, donde continúa remodelando su hotel-restaurante, ahora sin el escrutinio de la población.

Comerciantes del centro critican la medida impuesta por el edil morenista, pues ya han pasado casi cinco meses de sufrir las consecuencias de la pandemia y el alcalde mantiene cerrado el acceso a los posibles compradores.

A Vargas Cabrera no le dio tiempo de culminar la remodelación de su hotel-restaurante que se ubica en las escalinatas de la calle Mina, mismo que fue clausurado en un operativo de Protección Civil del Estado de Puebla el pasado 23 de julio, aunque todo fue una farsa, pues continúa la obra.

El gobernador Miguel Barbosa indicó el pasado 7 de agosto, en conferencia de prensa matutina, que se reabrirían las calles en el Zócalo de Puebla, por lo que en los 217 municipios la apertura será gradual y con el uso de las medidas sanitarias.

“Sin duda tienen que estar libres, ya no tiene razón que haya alguna calle cerrada, espero una correspondencia institucional entre los tres órdenes de gobierno para caminar juntos en este asunto tan complicado”, señaló Barbosa Huerta.

Sin embargo, Vargas Cabrera sólo vela por sus intereses personales y no los de la ciudadanía de Huauchinango, pues ignora los decretos del gobernador de forma sistemática y continúa edificando en la impunidad su hotel-restaurante, con recursos del Ayuntamiento.

Por lo anterior, habitantes de Huauchinango exigen que el edil retire las vallas que mandó poner y que deje el libre tránsito, tanto a peatones como a los automovilistas.