"Ya trascendió y hay que deslindar responsabilidades", señaló el director General de Gobierno de Tehuacán, José Miguel Jiménez Castillo, respecto de la fiesta que se realizó en el interior del Centro de Reinserción Social (Cereso) del municipio, el pasado fin de semana en el área femenil.

De acuerdo con la denuncia hecha por familiares de internos, la música estaba a todo volumen y, aparentemente, se dio bajo la anuencia de la dirección del propio penal, lo que significa que se rompió la seguridad y disciplina del lugar. También señalaron que hay varias irregularidades en ese lugar, como el cobro de cuotas por ingresar cosas, incluso las de higiene personal.

Jiménez Castillo señaló que José Alfredo Ohrstron Gutiérrez, director del penal, no se ha presentado para explicar lo sucedido, pues a decir de los denunciantes, al área femenil llegó un hombre, que fue quien organizó la fiesta, y se quedó en las instalaciones a pasar la noche. No se sabe a quién fue a visitar.

El director general de gobierno afirmó que el penal se ha convertido en una problemática por distintas denuncias hechas debido a faltas diversas, pero ninguna habría sido tan grave como la celebración de una fiesta en el interior del Cereso de Tehuacán, es el primer caso en su tipo.

El gobernador del estado, Miguel Barbosa, señaló respecto al tema que de comprobarse los hechos, el director del penal será despedido; Ohrstron Gutiérrez es parte de la ola de funcionarios chiapanecos que ocupan algunos cargos en el área de Seguridad en el estado, ya que, hasta ahora, el control del estado se mantiene en ese lugar.

Segunda acusación grave contra director de penal

La fiesta clandestina realizada en el interior del Cereso de Tehuacán es la segunda acusación grave que se hace contra Ohrstron Gutiérrez, director de ese penal, pues en mayo pasado fueron despedidos algunos custodios luego de que acusaran que se permitió la entrada de droga y ésta apareció en un locker.

La mañana del 1 de mayo, personal de custodia del Cereso paró actividades debido a que acusaron que el jefe de Seguridad y Justicia, José Melo Santander, había dado luz verde para que se ingresaran sustancias y objetos ilícitos al interior del penal de forma indiscriminada, al grado que la renta de un celular se cobraba hasta en dos mil pesos.

Lo que detonó todo fue que uno de los custodios cercanos al director tenía en el interior de su locker una cantidad grande de droga, por lo que solicitaron la presencia del Ministerio Público Federal para tomar conocimiento del hecho, acto que fue evitado por el director, Ohrstron Gutiérrez, quien quiso hacerlo pasar por algo sin importancia.

Eso dio pie a la inconformidad de los custodios, quienes determinaron en ese momento no permitir el cambio de turno, además de que acusaron que era evidente que había más droga circulando en el penal. Entre las acusaciones que en ese momento se hicieron, fue que estaban dejando que las mujeres internas tuvieran relaciones sexuales con internos.

Además de que se cobraban los giros comerciales de siete a 12 mil pesos para dejarlos trabajar, también se pedía la destitución de Erika Flores Pineda, administradora del lugar y gente del director. La respuesta del gobierno estatal, quien tiene el mando del penal, fue ratificar al director en el cargo y despedir a ocho custodios, algunos con más de 20 años de servicio.

El gobernador Miguel Barbosa señaló que era una práctica común en Tehuacán, que cuando a los elementos no les gustaba un mando protestaban, por lo que desestimó la manifestación y las acusaciones que se hicieron contra el director del penal y su gente, pero a decir de los familiares de los internos, las anomalías continuaron.

Para suplir al personal despedido, fueron llamados custodios de la Dirección General de Ceresos, y de acuerdo con una publicación de una cuenta de Facebook: “Ya van tres sábados seguidos que han metido prostitutas y nos cobran 600 para pasar al área femenil”, mientras que para alguien de fuera, el cobro es de mil 500 pesos, para poder acceder desde las 20:00 hasta las 6:00 horas del día siguiente, siendo Merlo Santander y los comandantes que provienen de Puebla los que cobran.