La administración de Andrés Artemio Caballero López ‘descabezó’ a cerca del 60 por ciento de las direcciones del Ayuntamiento de Tehuacán, aunque él ha negado en reiteradas ocasiones que eso no afecta la operatividad de la administración y que se sigue trabajando normalmente. Es evidente que en medio de la pandemia no es así.

Los primeros cambios en darse fueron Rosa María Rivera Villegas, como Contralora Municipal, Yolanda Solís Vázquez, como tesorera y José Momox Sánchez, como secretario del Ayuntamiento, además del cambio de la presidenta del Sistema Municipal DIF, Elisa María Amador Cabrera, quien a su llegada, no sólo cambió al director, sino que despidió a una veintena de trabajadores.

Áreas neurálgicas en el municipio, como la Dirección de Obras Públicas, también tuvo cambios, dejando de lado a Fernando Pablo Hernández; otras direcciones que también sufrieron relevos fueron las de Seguridad Pública, cuya titularidad recayó en Gabriel García González, mientras que en la Dirección General de Gobierno el elegido fue José Miguel Jiménez Castillo.

Aunque se preveía el cambio del director de Salud, Samuel Rodríguez Serrano, esto no ocurrió, pero en donde sí hubo enroque fue en el Hospital Municipal, el encargado de despacho de la dirección, Juan Manuel Franklin Aguilar, fue despedido porque, a decir de Caballero López, no se alineó con la nueva forma de trabajo de la administración.

En Comunicación Social, se determinó la salida de Álvaro Camargo para dar cabida a Emanuel Mauro Castillo, quien trabajó con el primer director del área, en el periodo en que gobernaba Felipe Patjane Martínez, presidente municipal que sigue recluido en el penal de Tepexi de Rodríguez.

Además, aunque el presidente municipal sustituto lo negó, en todas las áreas se despidió a personal de confianza usando prácticas ilegales, de acuerdo con la normativa laboral. Esos ex trabajadores denunciaron que el Ayuntamiento se está anegando de personas que tienen poca o nula experiencia en dichas áreas; muchos nuevos directivos vienen de congregaciones religiosas que profesa el edil suplente, incluso de otros estados.