La secretaria de Turismo en el estado de Puebla, Vanessa Barahona de la Rosa, informó que Tecamachalco busca convertirse en Pueblo Mágico a pesar de ser uno de los municipios del estado con más hechos violentos en los últimos meses y escenario de una reciente masacre de seis personas.

La funcionaria estatal comentó en una entrevista para La Jornada de Oriente en la zona arqueológica de Cholula, que hay ocho municipios interesados en obtener dicho nombramiento, entre los cuales se encuentran Tecamachalco y Tetela de Ocampo.

El pasado domingo 11 de octubre, frente a un Oxxo en Tecamachalco ejecutaron a seis hombres que se encontraban ingiriendo bebidas embriagantes en el estacionamiento de la tienda de conveniencia.

La secretaria de Turismo comentó que la administración estatal confía en que cuando menos se obtengan dos nombramientos más de Pueblos Mágicos en Puebla.

Hasta el momento cuentan con el reconocimiento San Andrés y San Pedro Cholula, Cuetzalan, Chignahuapan, Zacatlán, Pahuatlán, Atlixco, Huauchinango, Tlatlauquitepec y Xicotepec.

La inseguridad en Chignahuapan podría poner en riesgo su nombramiento obtenido en 2012. Barahona de la Rosa comentó que los hechos delictivos siempre alejan a los turistas, para ello el Gobierno del Estado implementa una estrategia para recudir la incidencia delictiva.

“La inseguridad siempre es un disuasorio del turismo en el mundo, es por eso que el gobernador del estado ha trabajado como su prioridad en la mejora de los niveles de inseguridad, es decir, bajar estas estadísticas que nos heredaron gobiernos anteriores”, señaló.

La Secretaría de Turismo federal indicó el mes pasado que sólo el 13 por ciento de los Pueblos Mágicos en la República Mexicana cumplen con los requisitos para su permanencia en el programa impulsado por la Secretaría de Turismo de la Federación.

Finalmente, la secretaria de Turismo recordó el mensaje de su homólogo federal, Miguel Torruco, en el sentido de que los Pueblos Mágicos deben ponerse a trabajar para que sus nombramientos  no sean nada más “un membrete o de papel” sino detonadores de la economía local.