El 2020 puso a prueba a Miguel Barbosa Huerta como gobernador de Puebla y salió bien librado en su lucha contra el COVID-19 al no colapsar en ningún momento los hospitales. Logró además la erradicación de la huella de Moreno Valle, entregó resultados en materia de seguridad y promovió la reactivación económica en todo el territorio estatal.

Si bien la administración estatal se enfocó principalmente en la pandemia del coronavirus, el mandatario consiguió exhibir la gran corrupción que heredó el morenovallismo y se convirtió en ‘el gran legislador’ al remitir diversas iniciativas al Congreso. Además, las caídas de los grandes capos del crimen y el control de la seguridad sellaron un 2020 productivo para el barbosismo.

Las acciones de control y prevención de la contingencia de su gestión pudieron llevar a la Reactivación Económica, dentro de la que destaca la inversión de más de 3 mil 500 millones de pesos, el comienzo de la recuperación de empleos, la apertura de empresas, los decretos de control y acción para la pandemia e incluso el desajuste con la Federación.

Sin la intervención de órdenes municipales, el Gobierno del Estado durante nueve largos meses hizo frente a una pandemia que actualmente sigue activa y que amenaza con regresar a Puebla a un estado crítico y aunque el reto ha sido complejo, el Ejecutivo ha asumido su papel haciéndole frente con medidas y acciones de control y prevención.

Con una inversión superior a los 2 mil 700 millones de pesos, la pandemia, que ha sido un dolor de cabeza para muchas autoridades, para el Gobierno del Estado representó un reto grande que hasta la fecha no ha perdido; el costo de la aplicación de medidas como el Hoy No Circula, el cierre de la economía local y las diferentes prohibiciones, hasta la fecha ha sido positivo; la reconversión de hospitales y hasta la contradicción con la Federación han hecho que la entidad salga avante de la crisis.

El buen manejo de la pandemia ha colocado al gobierno de Puebla como un ejemplo a nivel nacional y a Miguel Barbosa como uno de los mejores gobernadores que hizo frente a esto, prácticamente sin recursos extras, sin ayuda de presidentes municipales y sin ceder a las complacencias de nadie, priorizando desde el día 1 de pandemia el cuidado de los poblanos.

Durante este año el barbosismo continuó con la promesa de eliminar la huella que dejaron los gobiernos de Rafael Moreno Valle Rosas y Antonio Gali Fayad, principalmente en el rubro de la corrupción y los excesos que tuvieron cuando estuvieron en el poder.

La persecución de la corrupción dejó a uno de los hombres más poderosos del morenovallismo, después de Rafael Moreno Valle en su momento, como Eukid Castañón Herrera tras las rejas, al ex dirigente del PAN Jesús Giles Carmona en prisión por recibir un título ‘patito’, a 166 funcionarios del régimen anterior denunciados y al panismo exhibido por su grandes corruptelas.

Precisamente el buen manejo de la pandemia permitió a la entidad en agosto empezar con la Reactivación Económica y con ella la apertura de comercios, actividades productivas, negocios, actividades sociales y lo más importante, la recuperación de los empleos pues durante el 2020 dejó más de 40 mil trabajadores despedidos.

El comportamiento social y el manejo de la pandemia del Ejecutivo dio paso en octubre a que se pudiera dar una segunda reactivación que implicaba la apertura de más negocios, cines e inclusive la ampliación del aforo; en otras palabras, la recuperación gradual de la vida cotidiana de los poblanos, aunque la misma sociedad cayó en una relajación que provocó un retroceso y que la pandemia repuntara.

Entre su labor como mandatario, Barbosa Huerta remitió diversas iniciativas al Congreso del Estado, destacado la Ley de Educación que quitó privilegios a las escuelas particulares, modificó diferentes rubros en la manera de ofertas las clases y, si bien provocó que hubiera una disputa por parte de los privados, finalmente la ley entró en vigor. En el segundo informe de labores se destacó el envío de 480 iniciativas de decreto, de las cuales 257 ya fueron aprobadas y el resto está en trámite.

Otra de las iniciativas importantes que como gobernador envió al Congreso fue la modificación a la Ley Electoral, cancelando el uso de propaganda en espectaculares y transporte público a fin de hacer una contienda más equitativa. Cumpliendo con sus promesas de campaña regresó a los municipios aledaños a Ciudad Modelo sus atribuciones para cobro de predial; además, consiguió abrogar la permuta de Flor del Bosque para preservarlo como reserva natural.

Dentro de la labor que ha hecho el Ejecutivo a través de la SSP está el combate a la delincuencia, del cual han resultado más de 3 mil 473 detenidos, 160 bandas desarticuladas, así como la detención de Eukid Castañón, del ‘El Grillo’ y ‘El Loco’ Téllez. Todas estas acciones han derivado en la reducción del índice delictivo un 25 por ciento de la mayoría de delitos del fuero común que contempla el SNSP, esto también como resultado del control que asumió en la zona metropolitana y otros municipios como Tecamachalco.

Asimismo, Juan Carlos N, presunto líder del Cartel de Sinaloa, conocido como ‘El Chacal’; la detención de ‘El Negro’; Gregorio G ‘El Chuky’; sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación; la de Óscar García ‘El Loco’ Téllez, e integrantes de su agrupación y operadores en todo el estado. Aunado a esto, el aumento de 20 por ciento al salario de policías, la evaluación de control de confianza a 8 mil 232 elementos a quienes se les dotó de todo el equipo necesario.

Previo a la pandemia, el Ejecutivo logró rehabilitar totalmente las rutas de evacuación de los volcanes con una inversión superior a los 163 millones de pesos en diversos municipios del territorio poblano; sin embargo, la pandemia frenó todos los proyectos del barbosismo entre marzo y agosto.

Después de medio año en pausa, la Reactivación Económica por fin dio paso a que la obra pública se pudiera empezar a gestionar, planear y ejecutar en el estado. Esto significó una inversión superior a los 3 mil 500 millones de pesos contemplados en infraestructura médica, escuelas, en materia de seguridad, reconstrucción de templos dañados por el sismo, intervención en zonas pobres, drenaje, el saneamiento del Rio Atoyac y decenas más.

Barbosa Huerta adelantó que el 2021, más allá de la crisis del COVID-19, representará un año de recuperación económica y de la materialización de diferentes proyectos del gobierno como la mudanza de la Estrella, el comienzo de la intervención del Aeropuerto, la zona de conciertos en Atlixco y diversas obras de desarrollo social que beneficiarán a millones de poblanos.

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