Jueves, 25 de Abril del 2024

Ramiro Terán: historia viva en la BUAP de acosos y abusos sexuales durante 15 años (AUDIO)

Viernes, 14 Agosto 2020 03:14
Ramiro Terán: historia viva en la BUAP de acosos y abusos sexuales durante 15 años (AUDIO)

Durante cada generación, el maestro Terán Romero escoge a tres hombres y tres mujeres, a quienes entrena personalmente, pero las tres mujeres elegidas son las que él, presuntamente, elige por sus habilidades, pero al final son víctimas de acoso y abuso sexual

Valeria Gallardo

@Valery_23



 “No están solas. No son las últimas, ni las únicas”, dice una de las víctimas del entrenador de karate de la preparatoria Benito Juárez de la BUAP, Ramiro Terán Romero, quien pide denunciar al profesor acosador. La ex alumna narró para CAMBIO el abuso sexual que vivió a los 17 años: “me empezó a tocar. Metió su mano en mi pecho, me agarró mis senos, (…) cuando me di cuenta, estábamos entrando a un motel. No sabía qué hacer. Yo tenía 17 años. Subimos. Se quitó la ropa, me pidió que me quitara la ropa. Comenzó a besarme. Se puso encima de mí (…) hasta que terminó”.


Desde hace más de 15 años, el entrenador de karate de la preparatoria de Benito Juárez de la BUAP ha abusado sexualmente de sus alumnas. Una de sus víctimas narra para esta casa editorial lo que vivió en 2006, pues a los 17 años sufrió abuso psicológico y sexual por parte del maestro de karate. Indicó que le ordenaba a doblar su ropa o comprarle la comida.


“Cuando yo inicié a entrenar karate fue algo muy impactante, porque las personas que ya entrenaban, como las cintas amarilla o negras, tenían o tienen la figura del sensei como a alguien que no se le puede negar nada. Él manda y nosotros contestamos que sí; ya que si al maestro se le caía algo, todos corrían a levantarlo, y si el maestro se tenía que cambiar de ropa, había hombres que lo ayudaban a cambiarse y las mujeres eran las que doblaban su ropa. Además, nos cooperábamos para su desayuno y comida, si él quería”, narró la ex alumna.



Durante cada generación, el maestro Terán Romero escoge a tres hombres y tres mujeres, a quienes entrena personalmente, pero las tres mujeres elegidas son las que él, presuntamente, elige por sus habilidades, pero al final son víctimas de acoso y abuso sexual.



Cómo inició el acoso y abuso sexual


De acuerdo a la exalumna de la generación 2006, todo inició después de que, en una competencia en el estado de Chiapas, ganó cinco medallas de oro y el premio al mejor competidor. El maestro empezó a entrenarla personalmente por sus logros.


“Él empezó a entrenarme especialmente, y ahí comenzó toda la manipulación, ya que cuando entras a ese lugar, eres un subordinado y la máxima autoridad es tu maestro, (…) y las mujeres ahí no pueden maquillarse, usar aretes, no podías tener las uñas pintadas; y si mis compañeras tenían algún error, a mí me golpeaba”, dijo.


Además, si entrenas con el maestro Ramiro Terán Romero, sus alumnas tienen prohibido tener novio, con la justificación de que no se concentran en los entrenamientos y pierden tiempo en relaciones amorosas.


“El inicia aislándote, ya que tiene la autoridad, y te empieza a decir que tus amigos hablan mal de ti; además, yo en ese tiempo… mis padres estuvieron ausentes. Él se aprovechó de eso, y cuando todo iba bien, el me convenció de que me subiera a su vehículo, con el pretexto que me acercaba a mi casa, y comenzó a reclamarme cosas, que yo tenía novio y por eso no estaba dando resultados, por lo que yo empecé a llorar y él me dijo: la única razón es porque tú quieres conmigo”, enfatizó.


Iniciaron las insinuaciones sexuales y le confesó que su hijo había sido producto de una relación con una alumna.


“Me dijo que era mejor que tuviera una relación con él y no con un desconocido, y como no me dejé, me empezó a tratar peor en los entrenamientos y me empezó ir mal en las competencias”, dijo.


Abuso de ella en su vehículo y en un motel 


La primera vez que abuso sexualmente de su alumna, fue cuando esperó que saliera de clases, pues era noche, y se ofreció a llevarla en su vehículo. Sin embargo, no sabía que comenzaría el calvario del maestro Terán.


“En el camino, el me empezó a tocar. Metió su mano en mi pecho. Me agarró mis senos y ya cuando me dejó, me dijo ‘aquí te dejo’. Era un lugar desolado y oscuro, ya que yo estudiaba en la tarde. Me dijo que lo masturbará, yo tenía miedo que me hiciera algo. Me obligó a que lo hiciera y me obligó a que me dejará que me tocará, y me lastimó bastante. Intentó masturbarme pero me lastimó mucho y me dijo que era normal”.


Pero la historia no terminó ahí. El sensei karateca la llevó a un motel. A la edad de 17 años, no sabía qué hacer.


“Ese día subimos a su coche cuatro personas, pero él les dijo a ellas: chicas quédense aquí, acabo de ver un trasporte que deja a ella cerca de su casa. Ellas se bajaron, yo creí que era verdad, cuando me di cuenta, estábamos entrando a un motel. No sabía qué hacer. Yo tenía 17 años. Subimos, se quitó la ropa, me pidió que me quitará la ropa. Comenzó a besarme. Se puso encima de mí. Se puso un condón y empezó a tallarse encima de mí, fue algo asqueroso, hasta que terminó”.


Ella empezó a faltar a clases por crisis emocional. Pero regresó a entrenar debido a que la amenazó. De hecho, narró que el profesor Terán, el día de su cumpleaños, pedía a sus alumnas vesitirse con falda.


“Después de que ya no regresé a entrenar, él fue a buscarme para amenazarme, que si yo hablaba, él también hablaría, que no me atreviera ni siquiera a decir nada porque él tenía sus formas, (…) después de eso, tuve crisis emocionales y, en una de esas, me mandaron a traer a la dirección porque me iban a suspender. El coordinador, Sergio Bauchar Linares, y le dije que si me iban a suspender, les dije que ‘fui abusada por el sensei’. Se sorprendió. No me suspendieron, pero no tomaron cartas en el asunto”.


“No están solas y no son las únicas”, dice ex alumnas a sus víctimas


La ex alumna, por falta de respaldó de las autoridades de la preparatoria, no realizó su denuncia formalmente. Hace un llamado a las mujeres que han sido víctimas de este profesor a que realicen sus denuncias para que deje de dar clases y así evitar que otras menores de edad sean víctimas de abuso sexual.


“Recuerden, no están solas, no son las únicas, no fueron las últimas y no fueron las primeras, son décadas de estas situaciones. Éste es el momento que por primera vez nos están escuchando y volteando a mirarnos, y existe esta apertura para hablar. Hagan que esta persona no siga entrenando, y a veces pensamos que estamos solas, nos da miedo que nos pueda rastrear y se vuelva hacer algo, pero no están solas y no son las únicas”.