El gobierno de Puebla, a través de la Secretaría de Gobernación, intervendrá en el conflicto entre pobladores de Tecamachalco y la presidenta Marisol Cruz González por la demolición que ordenó la edil para construir un Centro Comercial, además de que el mandatario Miguel Barbosa Huerta hizo el llamado para que no se atropellen los derechos de la gente, como ocurrió el jueves.

Luego de que autoridades municipales tuvieran un pleito con pobladores que se oponían la demolición de una escuela, el mandatario estatal expresó que se tiene que buscar una ruta de solución a través del diálogo, con el objetivo de buscar un acuerdo que no perjudique a la ciudadanía.

En este sentido, expresó que no se debe atropellar a los ciudadanos tal y como hizo la alcaldesa Cruz González, pues como autoridades de la 4T se tiene que buscar no llegar a una confrontación como la que se generó el pasado jueves 17 de diciembre.

En este sentido, instruyó a la Segob y a su titular David Méndez Márquez a intervenir y mediar los diálogos sociopolíticos, por lo que exhortó al Ayuntamiento de dicha demarcación a que se permita la apertura de los pobladores y expresen sus inconformidades, a fin de generar acuerdos.

“Los hechos de Tecamachalco recomiendo al gobierno municipal que dialogue, que encuentre una solución producto del diálogo, no se puede atropellar a ciudadanos, y menos con confrontaciones pública, y le pido a Gobernación intervenga para poder estar en esta mediación política”, dijo.

Cabe recordar que el Gobierno del Estado ya había intervenido en el municipio de Tecamachalco por el tema de la seguridad, pues una masacre entre bandas de la zona que se disputan el control de la región obligó al Ejecutivo a tomar el control de la Policía municipal.

Escuela queda en ruinas

CAMBIO acudió al lugar de los hechos, donde se pudo constatar que la escuela secundaria Jesús Reyes Heroles quedó reducida a escombros luego de que la edil Marisol Cruz ordenara su demolición, esto para utilizar el terreno y construir un Centro Comercial al estilo Angelópolis.

Ante esta situación, los pobladores detallaron que era una institución más de 70 años de existencia y que únicamente fue parte de un capricho por parte de la alcaldesa, por lo cual criticaron que de manera autoritaria haya tomado la decisión de ordenar destruir la escuela.