Amenazas, golpes, velaciones ilegales de personas que murieron de COVID, cambio de nombre de la funeraria para poder operar y ahora, hacerse pasar por agentes de la Fiscalía para llevarse cadáveres del hospital, es parte del historial negro con el que cuenta la funeraria St. Thomas y la funeraria Flores, que encabeza Agustín Martínez Bautista.
A lo largo de la pandemia la Funeraria Flores y St. Thomas con tal de seguir ganando dinero ha estado operado en la ilegalidad, pues cuando los contagios estuvieron en el pico más alto, ofrecían paquetes a los seres queridos de los deudos que murieron por COVID, paquetes de servicio de velación pese a que estaban prohibidos por las autoridades.
Incluso el Gobierno Federal realizó una Guía de Manejo de Cadáveres por COVID-19 en donde indica, evitar a toda costa la realización de rituales fúnebres que conlleven reuniones o aglomeraciones de personas en contacto con la persona fallecida de coronavirus.
Pese a la normativa oficial, la funeraria Flores, que también se presenta como Funeraria St. Thomas, ofertó el servicio de velación desde 6 mil pesos, si el velorio es en domicilio particular, o 9 mil 800 pesos si el servicio es en el establecimiento por cuatro horas. De hecho eran los únicos que ofrecieron durante la pandemia este tipo de paquetes.
Tenían contubernio con los policías de seguridad del IMSS La Margarita para llevarse los cuerpos
Otro de los escándalos de la Funeraria Flores y St. Thomas fue que acaparan los servicios funerarios en La Margarita, bajo el modus operandi de golpear, amedrentar y amenazar a los demás dueños de los servicios fúnebres para que no se acerquen al hospital.
Incluso otras empresas funerarias los denunciaron de no permitirles laborar y los empleados fueron amedrentados y golpeados si les llegaba algún servicio en el IMSS La Margarita de persona fallecida.
De igual forma, los dueños aseguraron tener conocimiento que dentro del IMSS algunos trabajadores sociales están coludidos con la Funeraria Flores, obligando a los familiares a que contraten los servicios funerarios de este negocio, también se reveló que los propios guardias de seguridad les permitieron el acceso a los trabajadores de la funeraria St. Thomas para que entraran y se acercaran con los familiares de los afiliados para persuadirlos.
Protección Civil los clausuró y siguieron operando en lo oscurito
Protección Civil municipal informó que la agencia funeraria St. Thomas ubicada en la colonia Ciudad Satélite, había sido clausurada desde el pasado 9 de enero por la falta de dichos requisitos y protocolos sanitarios para seguir operando en medio de la pandemia.
Sin embargo, esta casa editorial se comunicó para verificar la supuesta clausura y en ambas agencias se ofrecieron los servicios de manera regular, incluso destacaron que se podría realizar la velación de muertos por COVID, si se realizaba la sanitización correspondiente.
Trabajadores fingieron ser empleados de la FGE y se llevaron un cuerpo del Hospital Angelopolitano
Fue este lunes que un hombre y una mujer, ambos empleados de la funeraria St. Thomas fingieron ser empleados de la Fiscalía General del Estado, para llevarse el cadáver de un hombre del Hospital Angelopolitano de Puebla, para despistar al personal de seguridad se identificaron como agentes.
Estos sujetos firmaron varios documentos y los agentes de seguridad les otorgaron el cuerpo, una vez cumplido su cometido, se lo llevaron a bordo de una camioneta perteneciente a la funeraria.
Sin embargo a los pocos minutos llegaron los verdaderos agentes ministeriales de la FGE, los trabajadores del hospital al ver que todo se trató de un montaje se comunicaron con los usurpadores y exigieron que el cadáver les fuera devuelto.
El hombre y la mujer fueron sorprendidos en flagrancia delictiva y las autoridades les imputaron el delito de usurpación de funciones, será en las próximas horas que CAMBIO informará los motivos por el cual se quisieron robar el cuerpo.
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Fernanda Escobedo
@mf_escobedo