Martes, 23 de Abril del 2024

En Xochimehuacan unos levantan piedras para ver su patrimonio y otros celebran con micheladas

Miércoles, 03 Noviembre 2021 02:33
En Xochimehuacan unos levantan piedras para ver su patrimonio y otros celebran con micheladas

A un costado del panteón, comerciantes ambulantes vendían desde papas, aguas, flores, inclusive había puestos de micheladas y pulque, sin importar los rondines de seguridad de la Guardia Nacional y la Policía Municipal

José Campos

@josecamp11



Sólo las vías del tren separaban la alegría de la tragedia en San Pablo Xochimehuacan, mientras que en la entrada del panteón la gente festejaba a los muertos y ambulantes vendían desde micheladas hasta flores y comida, en la siguiente calle las familias buscaban recuperar las ‘migajas’ del patrimonio que salvaron de la explosión.


El 2 de noviembre es el día principal de la celebración del Día de Muertos en nuestro país, el peso de las tradiciones y costumbres pudo más que la empatía por las personas que sufrían la pérdida de sus bienes en la junta auxiliar que se convirtió en tema nacional, tras exponerse que el ‘huachigas’ sigue siendo un delito usual en el estado, alcanzando incluso a la capital poblana.


panteon san pablo xochimehuacan


Pese a que el panteón de San Pablo Xochimehuacan se encuentra a escasos metros del punto de la explosión, las actividades ocurrieron con normalidad por el Día de Todos los Santos; había gran concurrencia de gente y pareciera que cruzando las vías de la avenida Ferrocarril se entraba a un lugar diferente por el contraste del sentir de las personas.


A un costado del panteón había comerciantes ambulantes que vendían desde papas, aguas, flores, inclusive había puestos de micheladas y pulque, sin importar los rondines de seguridad de la Guardia Nacional y la Policía Municipal, pareciera que de aquel lado de la vía no sucedió ninguna tragedia.


Solo cruzando la calle las caras de las personas cambiaban, los semblantes de desesperación, preocupación y tristeza eran notorios; la gente deambulaba como si estuviera perdida, parecían no reconocer las calles en las que apenas semanas atrás caminaban con cotidianidad.


Los cordones de seguridad se mantenían bajo el resguardo de la Sedena, en cada calle la gente pedía que se le dejara ingresar a sus casas por pertenencias y en algunos casos los hacían regresarse cabizbajos a su refugio temporal o a las casas de sus familiares.




Pese a la desesperación que reflejaban en sus rostros, en ningún momento perdieron la compostura y no pasaron de los gritos a las autoridades para que se les permitiera pasar, luego de implorar se les concedió acceso en pequeñas células, para recuperar las pocas cosas que la explosión o los escombros no desaparecieron.


El 2 de noviembre tuvo dos caras en San Pablo Xochimehuacan, mientras los muertos gozaban en medio de comida, música y alcohol, los vivos afrontaban la realidad de su presente, aquella que en tan solo una madrugada dejó en la ruina a decenas de familias a causa del peor de los males de Puebla: el huachicoleo.

Google News - Diario Cambio