A un mes de la explosión de una toma clandestina en San Pablo Xochimehuacan, la tristeza y desesperación de algunas familias es lo único que sigue vigente pues ya las 64 casas fueron derrumbadas, el lugar donde fue la explosión está acordonado para que sea investigado y la presencia de militares y policías ha disminuido drásticamente.
?| A un mes de la explosión en San Pablo Xochimehuacán , personas afectadas aún buscan pertenencias entre los escombros de sus casas demolidas #Puebla pic.twitter.com/fbniyQbANo
— Diario Cambio (@Diario_Cambio) November 30, 2021
Mientras los burócratas siguen haciendo el recuento de los daños, la ‘Zona 0’ de San Pablo pareciera una especie de isla fantasma en medio de la sociedad que ha olvidado la noche de terror en donde su vida estuvo en riesgo.
Entrando a la junta auxiliar pareciera que no ha sucedido nada, la gente camina por la calles y hace sus compras del día a día en las pollerías o verdulerías que están en la avenida principal, el tren sigue pasando en determinadas horas despertando a los perros callejeros con su pitido y a uno que otro borrachín de la zona.
Con forme avanzas a la ‘Zona 0’, el sitio se convierte en una especie de pueblo fantasma; la tristeza se dibuja en la cara de las personas, el escombro se puede ver a las orillas de las calles, las personas deambulan por los cercos de seguridad esperando poder entrar a ver los resquicios de sus viviendas o al menos el terreno plano que quedó de ellas.
En el perímetro de seguridad instalado por las autoridades sólo quedan algunos elementos de la Guardia Nacional y la SEDENA viendo pasar el tiempo bajo el sol de diciembre, mientras la maquinaria con la que demolieron las casas está varada pues su misión fue concretada.
? | Algunos de los afectados por la explosion en San Pablo Xochimehuacán hacen mediciones y marcan los predios donde estaban ubicadas sus casas #Puebla pic.twitter.com/wNRDzL3IMJ
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En la choza en donde sucedió la explosión se mantienen cuatro muros intactos, hay hollín en las paredes que constatan el origen de la explosión y una cinta policiaca rodea al inmueble con un letrero apenas visible que indica que está asegurado; solo cuenta con el resguardo de dos elementos policiacos que impiden el paso para no destruir la evidencia del delito.
¿Novedades?, solo una casa al lado en donde se puede ver una especie de tinaco y mangueras tiradas a su alrededor; las calles de terracería, el escombro, la basura, la precariedad de las viviendas, la inseguridad y el huachicol siguen ahí, según indican los vecinos mientras recuerdan el suceso.
Aquella noche de octubre el terror inundó a toda la junta auxiliar de San Pablo, el olor a gas despertó a los vecinos quienes comenzaron a advertir del posible escenario apocalíptico que se dibujaba en la zona, la nube del hidrocarburo se volvió densa lo cual provocó que comenzaran a prepararse para salir de sus casas.
Al poco tiempo, la primera explosión hizo que el terror inundara las calles, los coches inundaron las calles y la gente entre gritos de pánico y llanto salía de sus casas con maletas improvisadas; la segunda explosión llegó, el cielo se tornó rojo por la llama que comenzaba a dibujarse en entre la espesa columna de humo negro a causa de la quema del combustible por la fuga de la ordeña ilegal.
?| afectados de San Pablo Xochimehuacán colocan carpas y casas de campaña para mantenerse en sus predios como manera de protesta contra la reubicación #Puebla pic.twitter.com/xQtz7DvAc7
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La tercera explosión fue la más fuerte, los vidrios de las ventanas estallaron y algunos portones fueron dañados por el impacto; el estruendo se escuchó inclusive en colonias a más de un kilómetro de distancia pensando en un posible atentado de grupos criminales porque la inseguridad es lo que reina en las calles.
Así fueron los momentos agónicos de la gente aquella madrugada de octubre, el recuento de los daños sigue: hasta el momento 5 personas han muerto a causa de la explosión y se derrumbaron 64 casas que dejaron en ruinas, como en una zona de guerra, sin contar la pérdida de muebles, electrodomésticos, ropa y pertenencias de los vecinos.
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José Campos
@josecamp11