El 80 por ciento de los poblanos que fueron asesinados el año pasado murieron por un ataque con arma, ya sea de fuego o cuchillo; el 11 por ciento murió por ahorcamiento y también se registraron casos de sumersión con el 4 por ciento, envenenamiento y fuego con 3 por ciento.
De acuerdo con las estadísticas de homicidios registrados por el Inegi en 2021, la gran mayoría de los asesinatos violentos que ocurrieron en la entidad se cometieron utilizando algún tipo de arma, ya sea de fuego o blanca, pues 663 de las 846 muertes dolosas se cometieron con estos artefactos.
El segundo modus operandi más repetido por los asesinos fue ahorcar, estrangular o sofocar, ya que de esta manera se registraron 93 homicidios, lo cual representa el 11 por ciento del total cometidos el año pasado.
Asimismo, el ahorcamiento y sumersión, es decir, que ahogaron a sus víctimas, también fue un método para cometer homicidio en la entidad, pues de esta manera se registraron 34 casos, cifra que representa el cuatro por ciento de todos los que contabilizó el Inegi.
A su vez, también se registraron 25 casos de homicidio por envenenamiento por y exposición de sustancias nocivas, mismo número de asesinatos que se contabilizaron por exposición a humo, fuego o llamas; en conjunto representan el seis por ciento de las muertes dolosas de la entidad.
Los seis restantes no fue posible verificar la manera en que fueron ejecutados, pero representan una mínima parte de los 846 homicidios dolosos que ocurrieron en Puebla durante 2021.
Por otra parte, el Inegi tiene otro apartado entre el estudio a los cuales denominó como eventos de intención no determinada, en los cuales contabilizó 363 casos en la entidad, aunque no se pueden tomar como homicidios dolosos.
Hay que recordar que la cifra ya señalada de homicidios ha sido la más baja reportada en los últimos cinco años, por lo que se asocia a la pandemia de coronavirus, pues hasta los criminales estuvieron confinados para no contagiarse.
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José Alberto Pérez
@Josealberto_5