El panorama político que se vive hoy en día es muy distinto al que se vivió hace tres años, en ese tiempo se experimentaron cosas que nunca se habían visto, en las elecciones de 2018 el partido oficial en ese momento se vio rebasado, a nivel nacional la ola del presidente logró un cambio del régimen.
En nuestro estado el gobernador Luis Miguel Barbosa ha sido un pilar fundamental para mantener la gobernabilidad en la entidad, ha enfrentado casi en solitario la pandemia del COVID-19, ha tomado acciones importantes para reactivar la economía, ha tomado acciones importantes para combatir los índices delictivos, el poder ejecutivo dejó de ser el alcahuete de la delincuencia y, sobre todo, cómplice de las fechorías que en tiempos pasados se vivieron y se consintieron.
De todo corazón les puedo decir que me siento orgullosa de formar parte de este gobierno, de hacer equipo para trabajar por Puebla y por las y los poblanos, sé y estoy consciente de que faltan muchas cosas por hacer, pero ahora se hacen, se dejó a un lado la simulación que fue ‘el pan de cada día’, donde se anunciaban grandes obras en donde los únicos beneficiados eran un grupo de incondicionales de los gobernantes en turno.
Tuve la fortuna de ser reelecta por el distrito que se ganó en 2018, con tan sólo 22 días para hacer campaña, el mensaje fue claro, la gente sabe votar y no olvida, sabe quiénes son las personas que están en constante contacto, porque el servicio público no sólo es percibir un sueldo, el servicio público es servir a los demás, nuestro trabajo es tocar todas las puertas que sean necesarias para que las peticiones sean escuchadas y atendidas.
Hace tres años la política dejó de ser de escritorio, porque sólo el que conoce y recorre su distrito sabe lo que falta y lo que se necesita hacer para brindar mejores oportunidades, mayor seguridad y, sobre todo, lograr un estado de bienestar con condiciones de dignidad para todos y todas.
Como les comentaba en un principio, las cosas son distintas, existe ahora un contexto de cordialidad y de colaboración que me parece de lo mejor ya que no son filias ni fobias, nos debemos a las y los poblanos, y no a sectarismos e ideologías, sólo juntos podemos trabajar todos los días por una mejor Puebla.
Sin duda, falta mucho para el 2024 en donde estoy segura de que habrá cambios y entre más nos acerquemos al año electoral, algunos o algunas enseñarán los dientes, la LXI es una Legislatura joven que enfrentará grandes retos, como todas, que la harán única.
