Jueves, 28 de Marzo del 2024
Lunes, 14 Marzo 2022 01:11

Sucesión Presidencial: constantes y variables

Sucesión Presidencial: constantes y variables Escrito Por :   Isaac Emmanuel Palestina Duarte

Es decir que aunque el presidente pueda tener sus simpatías como todos los ciudadanos y aunque goce de una amplia popularidad entre la población como de respaldo en su acción de gobierno, nadie tiene asegurada ninguna candidatura.


 

La constitución de una república no es sólo su ordenamiento normativo y dispositivo, también es una ruta histórica de tradiciones. En la práctica de suceder al titular de la Presidencia hay una tradición bien conocida, que en el argot del sistema político mexicano se denominó ‘dedazo’, práctica en la que se imponía el hecho al derecho; hubo otras etapas, como la de ‘la pasarela’, ‘la cargada’, y hasta dichos como ‘el que se mueve no sale en la foto’. Sin embargo, desde 1994, ningún presidente ha logrado que su ‘gallo’ llegue a la presidencia, el sistema político mexicano se llenó de observadores, de mecanismos institucionales y, lo más importante, de un sistema pluripartidista que, aunque simulador, no permitía una mayoría dominante, así se constata desde 1997.

 

Es decir, aunque el presidente quiera recuperar, su poder metaconstitucional de elegir a su sucesor, los resortes del sistema político se lo han impedido. Estos mecanismos pueden ubicarse: algunos son constantes, otros variables. Los constantes, son vinculantes para todos los actores, son reglas de conducta en el tiempo y en el procedimiento; los variables, son más bien circunstancias de hecho, que no atienden a la premeditación, aunque todo puede ser predecible hasta cierto punto, por ejemplo, la tragedia de la línea 12 del metro fue circunstancial para entender la pérdida del poder político en por lo menos la mitad de la Ciudad de México o el asesinato de Luis Donaldo Colosio que bien sabemos las consecuencias que provocó.

 

De ahí que me parece sumamente relevante que más allá de discutir entorno a los perfiles que están interesados en la disputa presidencial, podamos comprender las circunstancias constantes en tiempo y en procedimiento, para que entonces observemos y proyectemos el actuar de los perfiles y, aunque sin ánimo de hacer “futurología” como diría Norberto Bobbio, consideremos la posibilidad de variables que podamos encontrarnos en el camino, así como las consecuencias que podrían tener para la sucesión presidencial y no sólo me refiero al interior de morena, sino en todos los partidos, ¿qué pasaría, por ejemplo, si Ricardo Anaya fuera encontrado culpable y hecho preso?

 

Es decir que aunque el presidente pueda tener sus simpatías como todos los ciudadanos y aunque goce de una amplia popularidad entre la población como de respaldo en su acción de gobierno, nadie tiene asegurada ninguna candidatura. Creo que en las sucesiones de las entidades federativas tampoco es el caso en las que las o los gobernadores puedan tener tan simple esta posibilidad, como dice nuestro gobernador, que apenas y aspira a poder influir en esa decisión. Pero, sin ánimo de marcar rutas específicas, mi invitación al lector es pensar en posibilidades, acuerdos, tiempos, reglas y posibles sucesos, no sólo respecto a los grandes políticos, sino también en cuanto a sus intereses personales, de grupo, raza o clase. Es decir, no irse con fintas, ni maromas, recordemos que la política, es un arte.

 

Ángel Custodio: La corrupción es en gran medida un asunto de percepción. Es decir, que atiende a causas subjetivas, aunque también es posible, tener criterios más objetivos. Me sorprende y celebró que en el gobierno de Puebla, no se solape, ni permita la impunidad, y para poner ejemplo, que las sanciones sean hacia actores que en algún momento fueron parte de la actual administración.

 

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