Jueves, 28 de Marzo del 2024
Martes, 26 Abril 2022 03:38

La disciplina del partido

La disciplina del partido Escrito Por :   Isaac Emmanuel Palestina Duarte

No sería la primera vez que se aplica la consigna en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador, recordemos su desafuero y sus palabras “ustedes me van a juzgar, pero no olviden que todavía falta que a ustedes y a mí nos juzgue la historia”.


 

El ejercicio del poder vertical y unilateral con una directriz dictada desde el partido, su nomenclatura o incluso su dirigente (en el caso mexicano: el Presidente), se explica según Daniel Cosío Villegas, por la dependencia de su militancia, sus funcionarios o adherentes, sobre su futuro político; en ese contexto histórico del partido hegemónico que se pensará en una votación donde no arrasará el poder presidencial ‘la aplanadora’ era simplemente irrisorio.

 

          En otros contextos, donde aunque se militaba desde la clandestinidad y se exigía disciplina, el castigo iba más allá del futuro político, pues la traición se pagaba incluso con la vida, de eso constaban los “ajusticiamientos” en los años setenta; incluso hay investigaciones de conspiraciones inventadas desde la DFS para provocar que los grupos comunistas se dividieran e incluso mataran.

 

Esa disciplina durante las olas de la democracia que describe Samuel P. Huntington parecía ser absolutamente antidemocrática, e incluso con la implementación del neoliberalismo en México y en el mundo se defenestró la militancia corporativa, la represión, y los discursos que proliferaron hablaban de libertades y de garantías republicanas y democráticas.

 

La realidad es que esa disciplina no se rompió salvo en los partidos más plurales, diversos o deliberativos, como en su momento lo fue el PRD y como lo que es hoy, Morena, que aunque si hay una exigencia de estándares y parámetros en la discusión interna, contaminada en ocasiones, existe; eso explica en parte las grandes problemáticas del Partido y explica también la casi extinción del PRD. Otro partido que, aunque por un periodo breve, fue plural y democrático fue Acción Nacional, hasta que Calderón derrotó a Fox, precisamente con estos mecanismos, para él destruirlos y ejercer verticalmente desde la burocracia.

 

El meollo del asunto es la definición de candidaturas y cargos públicos, este incentivo es mayor que el de votar en el sentido de la opinión de los representados, no hay mucho menos discusión ideológica, sino consigna y en ese sentido los representantes del PRI, PAN, PRD, etcétera, cedieron a los dictados de su burocracia, que incluso de manera ofensiva, les ordenaron con la amenaza de expulsión o sanción política, violentando todo derecho e incluso violentando la esencia de la representación, para ser más sintéticos, el fondo es el dinero.

No sería la primera vez que se aplica la consigna en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador, recordemos su desafuero y sus palabras “ustedes me van a juzgar, pero no olviden que todavía falta que a ustedes y a mí nos juzgue la historia”.

 

La realidad es que aunque la disciplina de partido es a todas luces un fenómeno completamente antidemocrático, sigue siendo una realidad en el sistema político mexicano, quizá, ahora más dañino que nunca. Es una tendencia sin embargo que parece inesquivable, a menos de que se emprenda una discusión seria para fortalecer la representación democrática y no oligárquica.

 

Ángel custodio: La mayoría constitucional en el Congreso del Estado sigue intacta, aunque dividida, dos visiones de partido comulgan en la misma fracción y representan de una u otra forma el tornasol de perspectivas que existen al interior del partido.

 

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