Debo decir que hay algo que me está gustando más que de costumbre: estoy viendo un cambio positivo en cuanto a la participación de las mujeres y de las y los jóvenes en la política, y eso me hace muy feliz.

En otros tiempos habríamos visto a los mismos dinosaurios acaparar todos los espacios y desangrarse entre ellos, o en su defecto, haciendo todo para seguir en los espacios de poder, en otras palabras, la misma escena de la que hemos Sido testigos los últimos 70 años, donde no dejaban lugar para nadie más. Jamás un perfil fresco. Si bien es verdad que desde el 2007 se ha venido trabajando arduamente en la paridad de género, este 2021 veremos los frutos de todo ese trabajo: terminamos por arrancarles los espacios que nos corresponden, y hoy, ya sea por voluntad política o por obligación jurídica, veremos más caras de mujeres que de hombres en la publicidad electoral.

Cuentan en los radio pasillos de algunos partidos políticos, que los perfiles masculinos enfilados a la contienda de varios municipios, están furiosos porque van a tener que ceder sus aspiraciones a los perfiles femeninos, y no me sorprende, algunos ya hasta se fueron a parar a las puertas de los comités ejecutivos nacionales para tratar de asegurar que la designación del municipio del que se ven presidentes municipales, no le toque al género opuesto. Ni modo, ahora sabrán lo que les tocó vivir a las mujeres que durante años estuvieron intentando y no las dejaron pasar. Este año será el año de las mujeres, y también de las y los jóvenes que siempre estuvieron estigmatizados por la inexperiencia y la falta de pericia, y es una realidad que hay jóvenes mucho más capaces que otros fósiles que ya no atan ni desatan.

Yo, por mi parte, estoy sumamente feliz de poder participar en estas elecciones, viendo cómo en la contienda se escucha el grito de "Las mujeres llegamos y no nos vamos".