En México hay 64.5 millones de mujeres, de acuerdo con el último Censo de Población y Vivienda de INEGI, que fue levantado en marzo de 2020, lo que representa más de la mitad de la población (51.2%). De ellas, aproximadamente 41% pertenece a la población económicamente activa, es decir, mujeres en edad de trabajar, que tienen o quieren un empleo o actividad productiva, sin contar las labores de su propio hogar. ¿Esto es poco o es mucho?
De acuerdo con el estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad, “#MujerEnLaEconomía: Cómo alcanzar el potencial de México”, publicado esta semana, encontramos que los países desarrollados, incluyendo nuestros socios comerciales Estados Unidos y Canadá, tienen tasas entre 55% y 60%. Sin embargo, también hay países latinoamericanos como Chile, Brasil y Colombia con tasas de participación muy cercanas a ese rango. México se encuentra, hoy en día, inclusive por debajo de países como Venezuela y el Salvador en este indicador.
Por otro lado, México alcanzó en el año 2019 su máximo histórico en términos de participación de la mujer en la economía nacional, con una tasa del 45%. Visto de esa manera, hubo un retroceso importante en el último año, que nos regresa a niveles del año 2005, provocado por la dura crisis económica que vive el país.
Analizando también las cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI para el año 2020 y enero del 2021, podemos observar que, de manera proporcional, fueron más las mujeres que perdieron un empleo a raíz de la crisis, y que también, están recuperando sus empleos a un ritmo menor que el de los hombres. ¿A qué se debe esto? ¿Acaso hubo y hay una clara discriminación para prescindir primero de las mujeres por parte de las empresas, para enfrentar la crisis actual? La respuesta es no.
Desafortunadamente, esta crisis ha golpeado con mayor contundencia a diversas actividades económicas que cuentan, o contaban con una alta concentración de empleo femenino, como lo son hoteles, restaurantes, servicios de esparcimiento, comercio al por menor, servicios educativos y servicios de aseo en los hogares. En estas tareas, las mujeres llegan a ocupar entre 60% y 90% de los puestos de trabajo. Muchos negocios dentro de estos giros han tenido que cerrar o reducirse al mínimo ante las restricciones sanitarias, el cambio en la demanda y patrones de consumo, y la falta de programas adecuados de apoyo gubernamental.
Regresando al estudio del IMCO, éste establece también que aun cuándo México ha logrado una importante equidad de género en la representación parlamentaria y en las secretarías de Estado, esto no ha logrado incrementar la participación económica de las mujeres, como ya lo comentamos, ni en mitigar la brecha salarial. En México, una mujer aún gana en promedio 81 % de lo que ganan los hombres. También, sólo 1 % de las empresas que cotizan en bolsa son dirigidas por una mujer, y ocupan sólo 9 de cada 100 lugares en los consejos de administración. El llamado “techo de cristal”, es evidente.
Finalmente, el estudio concluye que sin una política gubernamental acertada, en coordinación con la iniciativa privada, a México le podría tomar hasta 60 años alcanzar una tasa de participación económica de la mujer del 56%, que es actualmente el promedio en los países miembros de la OCDE. En contraste, si en los próximos 10 años logramos en conjunto incorporar a poco más de 8 millones de mujeres al mercado laboral para llegar a este objetivo, nuestra economía podría triplicar su ritmo de crecimiento en este periodo. Suena bien, pero para lograr lo anterior, es indispensable, entre otras cosas, contar con un sistema universal de cuidado y desarrollo infantil. Si recordamos que este gobierno acabó con las estancias infantiles al inicio de su administración, entonces luce complicado, por decir lo menos, pero sobre eso platicamos en otra ocasión.
Puntalito. El sector salud es otro en dónde predominan las mujeres en los puestos de trabajo. En esta actividad, miles de mujeres mexicanas han arriesgado su vida en los últimos 12 meses. Mi respeto y agradecimiento para todas ellas.
