Mientras que el socavón de Santa María Zacatepec en el municipio de Juan C Bonilla ya se tragó la vivienda de la familia Sánchez Xalamihua y cada día continúa expandiéndose, poniendo en riesgo a los vecinos de la zona, decenas de comerciantes siguen haciendo ‘su agosto’ con los cientos de visitantes curiosos que acuden a observar este fenómeno natural.
Vecinos del #socavon de #Zacatepec adaptan su casa para vender micheladas y rentan la azotea para tomar fotos. #Puebla pic.twitter.com/uXbOsjYb69
— Javier López Díaz Personal (@RedLopezDiaz) June 13, 2021
En un recorrido realizado por CAMBIO por las inmediaciones del socavón en Santa María Zacatepec durante este fin de semana, se observó a decenas de familias visitando esta zona de Puebla, como si se tratara de un atractivo turístico.
Las visitas de cientos de curiosos que acuden todos los días a visitar el socavón, ha generado que los vecinos de la zona hayan instalado todo tipo de negocios, desde la venta de comida, renta de baños y hasta estacionamientos.
En los alrededores del socavón, los lugareños comercializan desde bebidas alcohólicas, botanas, memelas, tortas, tacos… todo con vista a este fenómeno natural que en 15 días ya devoró la casa de la familia Sánchez Xalamihua y vivió el rescate de los perritos Spike y Spay.
Tal es el caso de Doña Cristina, quien con ayuda de toda su familia instaló un negocio en el jardín de su casa, en el cual, los visitantes pueden consumir garnachas y tacos placeros.
Con esto, en los últimos días su familia generó de la noche a la mañana una fuente de ingresos que tan sólo durante los fines de semana le arroja una ganancia que se acerca a los dos mil pesos.
"Pues tuvimos que aprovechar el momento, y más por la crisis que existe por la pandemia y con este negocio ahorita hemos podido sacar muchos de los gastos de la casa, así como pagar algunas deudas que teníamos pendientes", dijo la señora Cristina.
Ante la alta afluencia de curiosos todos los días en la zona del socavón, actualmente esta área ya se encuentra bajo resguardo del Ejército Mexicano, quienes han acordonado el lugar a más de 300 metros de distancia de este fenómeno natural.
Ray Cardoso/Juan C Bonilla
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