La región de la Mixteca poblana continúa siendo el escenario de asesinatos, ejecuciones a sangre fría y ajustes de cuentas entre bandas delincuenciales, y tan sólo durante el lunes fueron encontrados dos cuerpos sin vida, ambos con señales de tortura y uno de ellos envuelto en plástico.
Fue en el paraje conocido como el Camino Blanco ubicado entre las carreteras de San Nicolás Tolentino y Colón, del municipio de Izúcar de Matamoros, en donde fueron ubicadas dos bolsas negras con los cuerpos de un hombre y una mujer en su interior.
Al momento de su hallazgo, ambos cuerpos presentaban señales de tortura y ambos se encontraban amordazados, así como amarrados de pies y manos.
Al lugar arribaron elementos de la Policía Estatal de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y de la Policía Municipal de Izúcar de Matamoros para acordonar la zona y esperar el arribo de los agentes de la Fiscalía General del Estado (FGE), quienes se encargaron de realizar las diligencias correspondientes y el levantamiento de los cadáveres.
Hasta el momento se desconoce la identidad de esta pareja, cuyos cuerpos permanecen en las instalaciones del anfiteatro de Izúcar de Matamoros a la espera de que puedan ser identificados.
A lo largo de julio en la zona de la Mixteca han ocurrido diversos hechos sangrientos en los que los delincuentes abandonan cuerpos o restos humanos en diversos sitios de la región.
Apenas el pasado 15 de julio en Tepeojuma encontraron sobre la carretera Izúcar de Matamoros-Atlixco, a la altura del paraje “La Mora”, una pierna humana entre los pastizales y metros adelante, diferentes bolsas de plástico con las otras partes del cuerpo, cuya cabeza no tenía las orejas
Dos días antes, a un costado de la carretera Izúcar de Matamoros-Acatlán de Osorio a la altura del municipio de Chinantla, fue localizado el cuerpo sin vida de un hombre al interior de una bolsa de plástico de color negro
El hallazgo fue realizado por policías municipales a la altura de la comunidad Tehuixtla en el kilómetro 122+500, en el lugar se encontraba el cuerpo sin vida atado de piernas y manos al cuello.
Yessica Ayala/Izúcar de Matamoros
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