Grupo Elektra anunció que saldrá de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) luego de una asamblea de accionistas en la que discutió la cancelación de sus acciones del Registro Nacional de Valores, es decir, se privatizará.
Tras ello, se designó un nuevo consejo de administración para dar pie a una etapa “enfocada en una reorganización estratégica que permita robustecer las capacidades tecnológicas, financieras e institucionales de la empresa y colocarla en un lugar más productivo y próspero en beneficio de accionistas, clientes y colaboradores”, señaló un comunicado.
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Luego del cambio, Pedro Padilla Longoria quedó a cargo de la presidencia, mientras que Gabriel Alfonso Roqueñil Rello será consejero y director general.
La decisión se da en el contexto de una pérdida en valor de capitalización de 130 mil 615.7 millones de pesos desde el 2 de diciembre al cierre del 27 del mes.
¿Qué implica la privatización de Elektra?
La privatización de Elektra implica su salida de la BMV, por lo que sus títulos dejarán de estar disponibles para el público inversionista. Las acciones pasarán a ser propiedad de Ricardo Salinas Pliego y un grupo de socios e inversionistas.
Por otra parte, Elektra ya no estará obligada a divulgar sus estados financieros, inversiones ni decisiones estratégicas. Sin embargo, también perderá el acceso a los fondos generados por la compraventa de sus acciones en la BMV, por lo que ya no obtendrá financiamiento para capitalizar sus operaciones.
La posible salida de Elektra también tiene implicaciones para la BMV, que enfrenta una ola de deslistes y pocas nuevas colocaciones desde 2017.
Por su parte, los inversionistas deberán esperar a que Elektra realice una oferta de compra por las acciones que poseen. Lo anterior, es necesario para que la empresa alcance el porcentaje requerido para formalizar su salida de la MBV ante la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).