La delincuencia es una de las problemáticas que aquejan al mundo y prueba de ello es el asalto que estuvo a punto de vivir un mexicano en Rusia. Y es que rusos integrantes de la “maña” de ese país intentaron cobrarle piso a su taquería, pero terminaron comprándole y luego se fueron felices.
En su cuenta de TikTok, el creador de contenido “Bux” narró lo sucedido con un video que rápidamente llamó la atención en redes.
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De acuerdo con el dueño del establecimiento en Rusia, todo inició cuando Verónica, una de sus empleadas, le advirtió de “unos hombres extraños”.
@bux.bye restaurante en rusia – FUE TODO REAL, grabe con mis lentes con camara escondida y obviamente estuve grabando todo esto por seguridad, yo tampoco entiendo que fue lo que paso y que querian, hablaban cosas raras y hacian muchas preguntas.
♬ sonido original – bux
El mexicano destacó que trató de no alarmarse, aunque la empleada de su taquería, que siempre sonreía, se notaba bastante preocupada por la presencia de aquellos rusos.
Al mismo tiempo, señaló que creía que este tipo de situaciones sólo pasaban en México. No obstante, al ver que había peligro, sumado a que no entendía ruso, decidió utilizar Google traductor.
“Ella me dijo que era mejor que nos fuéramos de aquí y cuando le pegunté: ‘¿por qué?’ escuché la puerta. Y sí, amigos, ahí estaban tres tipos muy extraños (…) En ese momento yo ya sabía que algo horrible estaba a punto de pasar”.
Sin embargo, los delincuentes trataban de comunicarse con él a pesar de que ya les había dicho que no les entendía.
En ese momento, intentaron quitarle sus ganancias, pero el mexicano les explicó que no podía ser posible porque su terminal sólo se desbloqueaba al realizar una compra.
“Y pues compraron y ya cuando vi que el ticket se imprimió, me empecé a hacer el loco. A partir de aquí no entendí lo que ellos quería y tampoco ellos me entendían a mí”.
Tras hacer la venta, el restaurantero entregó a cada uno su orden de tacos y al parecer les gustaron y hasta evitaron el atraco.
“La verdad es que fue todo rarísimo. Yo no les atendí y solamente los comieron y creo que les gustaron porque hasta me abrazaron y todo (…) Al final nos hicimos amigos y se fueron felices”.