La tormenta solar del pasado 10 de mayo dejó a su paso increíbles auroras boreales en lugares donde normalmente no se pueden percibir, como en el Iztaccíhuatl, además de fallas a sistemas de comunicación y electricidad. Sin embargo, podría desencadenar fenómenos más riesgosos, como los huracanes.
The Sun emitted a strong solar flare on May 15, 2024, peaking at 4:37 a.m. ET. NASA’s Solar Dynamics Observatory captured an image of the event, which was classified as X3.4. https://t.co/ZzCFAbo0ae pic.twitter.com/7XLX5MNONb
— NASA Sun & Space (@NASASun) May 15, 2024
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad Estatal de Florida, la pasada tormenta podría desencadenar una ola de huracanes.
Para la investigación, los científicos usaron un modelo para analizar la actividad de ciclones tropicales durante los últimos 5 mil 500 años y encontraron 11 periodos de tiempo en los que hubo un 40 por ciento más de tormentas de lo normal y coincidieron con el incremento de la actividad solar.
Lo anterior debido a que la intensa actividad solar calienta los océanos proporcionando condiciones para formar tormentas tropicales.
“A medida que los océanos se calientan, tienen más energía disponible para convertirla en viento ciclónico tropical, lo que potencialmente proporciona condiciones más favorables para el desarrollo de tormentas más fuertes”, explicó la autora principal del estudio, Yang Wang.”
La energía del sol también calienta la atmósfera superior, lo cual reduce la diferencia de temperatura entre la superficie y la atmosfera superior, lo cual altera las corrientes oceánicas y las temperaturas de la superficie del mar.
El calentamiento, combinado con el fenómeno del Niño y la Oscilación del Sur, podría estar detrás de la formación de huracanes más frecuentes y potencialmente más destructivos.
De acuerdo con autoridades de Estados Unidos, esta temporada de huracanes de 2024 ya se proyecta como una de las más activas, con al menos 20 previstas.
Por su parte, en México, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) prevé una temporada activa, principalmente en el Atlántico, Golfo de México y Mar Caribe, en donde se esperan entre 20 y 23 eventos ciclónicos, mientras que en el Pacífico se pronostican entre 15 y 18.