A pesar de la prohibición vigente sobre el uso de pirotecnia en la ciudad de Tehuacán y sus juntas auxiliares, la comunidad subalterna de Santa María Coapan desafió abiertamente la normativa al encender un castillo pirotécnico de más de cinco metros de altura, luces artificiales y más de diez “tiritos”, como parte de las celebraciones de la feria patronal el pasado jueves por la noche.
En días previos, los habitantes de Coapan habían manifestado públicamente su intención de violar la ley, argumentando que, sus decisiones se basan en las tradiciones y costumbres de la comunidad.
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Además, sostuvieron que, cuentan con el respaldo de la Asociación de Artesanos Pirotécnicos de la Región de Tehuacán (APIRETH), la cual posee permisos emitidos por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para la quema de pirotecnia.
Por su parte, Lourdes Menéndez Leal, regidora de Ecología en Tehuacán, informó que, los organizadores del evento fueron notificados con antelación sobre la prohibición y que el desarrollo de la festividad sería monitoreado para garantizar el cumplimiento de la normativa, a pesar de estas medidas, la comunidad de Santa María Coapan prosiguió con la quema de pirotecnia.
Por su parte, la organización animalista TAC, promotora del amparo que convirtió a Tehuacán en el primer municipio del país en prohibir los fuegos pirotécnicos, calificó al gobierno municipal como intransigente por no hacer cumplir la prohibición.
En este contexto, la Juez Cuarto de Distrito emitió una sentencia en la que obliga al Ayuntamiento y a la Dirección de Ecología a implementar medidas efectivas para hacer cumplir la norma, subrayando la necesidad de establecer métodos sancionatorios eficaces contra los infractores.
La resolución judicial advierte que, con o sin quejas formales, es responsabilidad de las autoridades municipales garantizar el cumplimiento de la normativa en estricto apego a la protección del medio ambiente y el bienestar animal.
Asimismo, hace un llamado a que se implementen sanciones reales y ejecutables contra quienes infrinjan la prohibición, para evitar la emisión de multas que no sean efectivamente cobradas.
Ante este panorama, queda por ver cuáles serán las acciones que tomará el gobierno municipal en contra de la comunidad de Santa María Coapan o, en su defecto, el ayuntamiento auxiliar por no haber logrado detener la decisión de los habitantes de continuar con sus tradiciones pirotécnicas.
