Desde hace más de tres meses, los habitantes de la comunidad de El Chaparro, en el municipio de Acatlán de Osorio, enfrentan un apagón persistente que ha sumido en la penumbra no solo a sus hogares, sino también a infraestructuras vitales como el Centro de Salud local y la cancha deportiva.
Este prolongado corte del servicio eléctrico, a pesar de múltiples reportes dirigidos tanto a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como a las autoridades municipales, sigue sin resolverse, afectando severamente la cotidianidad y la seguridad de la comunidad.
La línea eléctrica defectuosa, vital para numerosas viviendas y para espacios comunitarios, ha dejado también sin iluminación a la cancha deportiva. Restringiendo las actividades nocturnas de los jóvenes y privando a la comunidad de un espacio de recreación y socialización esencial.
El impacto más crítico se observa en el Centro de Salud de El Chaparro, donde la ausencia de electricidad limita significativamente la capacidad de atención médica. Una circunstancia que los residentes describen como “alarmante y urgente“.
La falta de luz no sólo impide la realización de procedimientos médicos esenciales. Sino que también compromete la conservación de medicamentos y la respuesta a emergencias durante la noche.
Ante la inacción municipal y la insuficiencia de las respuestas por parte de la CFE, los ciudadanos elevan su voz hacia el Gobierno del Estado. Al que solicitaon una intervención rápida que restablezca el servicio eléctrico.
La situación, dicen, es insostenible y requiere de una solución que vaya más allá de las promesas y los protocolos burocráticos. Una solución que reinstaure la luz y la esperanza en El Chaparro.