Después de que el presidente municipal, Adán Domínguez Sánchez implementó una serie de operativos permanentes para el reordenamiento del Centro Histórico e impedir la instalación del comercio informal, decenas de vendedores ambulantes hicieron caso omiso y procedieron a instalarse en el primer cuadro de la ciudad.
En entrevista, Domínguez Sánchez declaró que hasta el momento no se ha llegado a ningún tipo de acuerdo entre la autoridad municipal y los comerciantes ambulantes de organizaciones como la 11 de marzo
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Sin embargo, durante todo el pasado fin de semana se observó una gran cantidad de ambulantes en diversas calles del Centro Histórico, presuntamente de la agrupación Antorcha Campesina.
Ante esto, el alcalde señaló que el acuerdo no se ha concretado porque algunos líderes representantes no han aceptado las reglas para la venta en el Centro Histórico.
“Por la mañana, el secretario de Gobernación, Jorge Cruz Lepe, me informó que hay algunas organizaciones que todavía no aceptan, por lo que siguen las pláticas con ellos”, declaró.
Además, pese a que cientos de ambulantes han ocupado las calles del Centro Histórico, durante la mañana del domingo, fueron colocadas diversas pancartas con mensajes de protesta por parte de los comerciantes informales ante la prohibición por parte del Ayuntamiento para vender sus productos en las calles.
“Nuestra familia depende de nuestro trabajo”, “no a la represión” y “trabajo sí, represión no”, se leía en varias de ellas.
Cabe destacar, que hasta el momento la secretaría de Gobernación y líderes ambulantes no han llegado a un acuerdo sobre los permisos temporales y cuáles serían las calles que ocuparían en el corazón de Puebla para vender artículos con motivo al regreso a clases del 18 al 25 de agosto.
De igual forma, alcalde capitalino, Adán Domínguez realizó un extenso llamado a los vendedores informales respetar y acatar las condiciones que sean interpuestas por el gobierno municipal.
Sin embargo, las organizaciones ambulantes mostraron inconformidad al saber que solo les serían asignados 600 lugares con un espacio de dos metros por cada uno, al justificar que es muy poco para al menos dos mil comerciantes, donde familias dependen de las ganancias para solventar sus gastos.