Se oficializaron los procesos de cierres definitivos de los centros penitenciarios de Chignahuapan y Zacatlán, por lo que las personas privadas de su libertad (PPL) fueron reubicadas a otros penales de forma gradual.
Lo anterior, por decisión de los gobiernos estatal y federal, que en coordinación, finalizaron la operatividad de los penales. Con esto, buscan garantizar los derechos humanos de los internos, a quienes mandaron al penal regional de Tepexi de Rodríguez y de Huauchinango.
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El penal de Zacatlán dejó de funcionar este agosto tras cerrar. Al respecto, el alcalde José Luis Márquez adelantó dicho suceso el 18 de agosto a Enlace Puebla Regional. El centro quedó cerrado luego de 126 años de operatividad tras su fundación en 1898.
“Dependiendo del tipo de sentencia están siendo trasladados a Puebla o a Huauchinango, pero eso ya es responsabilidad de la Secretaría de Seguridad Pública, nosotros somos responsables solo de la administración del cereso (…) el acuerdo que firmé es que se instalarán de forma ordenada en los ceresos que haya lugar”, comentó el alcalde de Zacatlán.
José Luis Márquez no descarta que en un futuro haya un cereso regional que abarque Xicotepec, Tetela de Ocampo Chignahuapan, Zacatlán, entre otros. Sin embargo, será una determinación de las nuevas autoridades entrantes.
“Son temas que yo no puedo comentar, pero la idea del gobierno federal y del estado, es que se pueda realizar un cereso regional que pueda absorber otros ceresos municipales de la zona Norte de Puebla”.
Por su parte, el penal de Chignahuapan comenzó su cierre el pasado 22 de agosto, cuando trasladaron a los 46 internos a otros penales. Lo anterior, durante un operativo de seguridad a cargo del gobierno estatal y federal. En este caso, la operatividad de dicho penal fue de 60 años.
El pasado jueves 29 de agosto, en entrevista ante medios regionales, Nelly Mayo Vega, directora del penal de Chignahuapan, explicó que dicho lugar no contaba con infraestructura necesaria ni de seguridad.
“Es tema estatal y federal, el penal no cumplía los requisitos para salvaguardar los derechos humanos de cada una de las personas ni una infraestructura (…) y aunque teníamos una población tranquila, por tema de seguridad se tomó la decisión, pues estábamos dentro de los territorios de la presidencia municipal”, comentó.
Asimismo, la directora del penal de Chignahuapan reconoció la existencia de recomendaciones de derechos humanos por hacinamiento y de higiene.
“Finalmente teníamos varias recomendaciones por derechos humanos en donde se indicó que no tenían un espacio digno para ellos y se buscó una estancia, unos fueron traslados al penal de Tepexi, otros al de Huauchinango y otros al Centro de Adultos Mayores en la Ciudad de Puebla”, resaltó Nelly Mayo.
